El atletismo ecuatoriano está viviendo un momento espectacular y se nota, día a día, en todas las competiciones internacionales. Este viernes 9 de agosto fue el turno del mejor velocista de su historial, Alex Leonardo Quiñonez, quien -a sus 30 años- alcanza la medalla de oro de los 200 metros llanos. En la pista limeña de la Videna, Quiñonez confirmó su favoritismo al ganar en 20s.27, seguido por Jereem Richards (Trinidad Tobago) con 20s38 y el dominicano Yancarlos Martínez con 20s44. El panameño Alonso Edward, quien desde hace una década mantiene el tope sudamericano, terminó cuarto con 20s.55, en una de sus mejores performances de esta temporada, aunque no pudo repetir su podio de los Panamericanos anteriores.
Hasta ahora, Quiñonez había sido el único velocista ecuatoriano en el historial de los Juegos en alcanzar una final de 200, ya que quedó 6° en Guadalajara 2011 (fue semifinalista cuatro años más tarde en Toronto).
Y su resonante victoria en Lima lo incorporan a la galería de campeones panamericanos de la especialidad, entre los que se encuentran varios de los mejores sprinters de la historia. Por ejemplo, el estadounidense John Carlos (bronce olímpico del 68 y protagonista de la célebre proclama del Poder Negro) fue campeón panamericano en Winnipeg 67. Cuatro años más tarde, el jamaiquino Donald Quarrie -luego campeón olímpico- se alzó con el título panamericano en Cali implantando un récord mundial de 19s86. Entre los atletas sudamericanos, los únicos que habían llegado tan alto en los Juegos Panamericanos eran el venezolano Rafael Romero (Sao Paulo 1963) y los brasileños Robson Caetano da Silva (1991) y Claudinei Quirino da Silva (1999).
Pero Quiñonez llegaba con ambiciones firmes a estos Juegos, después de sus demostraciones en la Diamond League de la IAAF, especialmente sus 19s87 en el meeting Athletissima de Lausana. Ahora tiene el objetivo fijo en el Mundial de Doha, donde los grandes contendientes serán norteamericanos como Noah Lyles y Christian Coleman. La experiencia lograda por Quiñonez en su campaña internacional será cimentada por la confianza que le dará el triunfo en Lima. Ya había alcanzado una final olímpica en Londres 2012 (7°) y los títulos sudamericanos del 2013 y 2015, entre otros.
También es fundamental el apuntalamiento de su entrenador, Nelson Gutiérrez, quien en estos Juegos ha vibrado con el triunfo de otro de sus pupilos, el colombiano Anthony Zambrano sobre 400 llanos.
Gutiérrez había expresado al diario El Comercio de Ecuador, en vísperas de los Juegos: «Lo que hemos hecho durante todo este tiempo es que Álex sea cada vez más comprometido con lo que está haciendo, el talento lo tiene… simplemente hay que hacer las cosas bien hechas y enfocarse en cada uno de los objetivos. Yo realmente no trabajo para una marca, trabajo por objetivos… Hoy por hoy Álex forma parte de un grupo de latinoamericanos que tienen marca para los Juegos Olímpicos y que están enmarcados en Quito… Lo más importante es que estas en el camino correcto, que estás haciendo un perfomance que te mantiene entre los 20 top del mundo y que entrenas con un grupo de chicos que tienen ese mismo resultado…Álex Quiñónez hoy por hoy tiene muchos seguidores y tiene muchos atletas que dicen ser como él y a quienes les va dando un mensaje de rectificación, de segundas oportunidades, de que sí se puede, de que el hombre puede cambiar si se lo propone… Yo decía que los que vienen a entrenar a Quito no es solo porque Álex es bueno sino porque ha demostrado que cuando uno quiere cambiar puede lograr grandes cosas, él dio un cambio rotundo de 180° a su vida y hoy por hoy le tenemos orgullosamente representando al país.«