Por Francis Mella / Diario La Hora / Chile
Se llama Martina Weil, tiene 18 años y acaba de consagrarse campeona nacional u20 de Chile en los 100 y 200 metros llanos. Su padre, Gert, es uno de los más grandes lanzadores de bala en el historial sudamericano, ya que mantuvo el récord hasta hace pocos años y fue finalista olímpico. Y su madre, la colombiana Ximena Restrepo, fue la medallista de bronce de los 400 metros llanos en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 con 49s.64, que aún se mantiene como récord sudamericano. Mratina cursa sus estudios en el colegio Villa María Academy, con excelentes notas y un promisorio futuro en el atletismo, donde ya ha obtenido varios logros pese a que no se dedicaba en un 100 por ciento a la disciplina.
“Mis planes cambian todas las semanas. Hasta hace poco quería tomarme el próximo año para poder irme a estudiar a Estados Unidos y seguir mi carrera deportiva allá, pero por ejemplo me di cuenta que me gusta la ingeniería civil y acá dan posibilidades de tomar menos ramos y seguir entrenando. Mi objetivo a largo plazo es sí o sí irme a estudiar fuera de Chile”, adelanta Martina a La Hora.
Para compartir su tiempo con el estudio, la deportista Adidas entrena lunes, miércoles y viernes. Los martes aprovecha de practicar en su ramo de educación física -en la tarde hace básquetbol- y los jueves en el electivo de atletismo. Además, en las competencias escolares comparte codo a codo con los hijos de SebastiánKeitel, Elisa y Sebastián junior.
Hace poco, Martina comenzó a explorar una nueva faceta. En la nueva temporada Inter deporte escolar del CDF, la atleta debutó como presentadora de los capítulos, que se emiten los jueves por la tarde.
“Yo conocía a los chicos del programa Inter, porque me habían entrevistado varias veces. Un día me llegó un mensaje y me invitaron al casting, hice la prueba y quedé. Hablar en público no se me hace difícil, porque estuve varios años en el equipo de debate en el colegio, pero frente a las cámaras es distinto, ha sido mucho aprendizaje”.
Sus inicios
-¿Cuándo chica querías dedicarte al atletismo?
-No, bajo ningún caso, le hacía la cruz. La verdad es que no estoy muy segura cómo fue, pero sé que fue muy paulatino, de a poco. Yo desde chica he pasado por muchos deportes: he hecho equitación, tenis, gimnasia, vóleibol, básquetbol -que hasta el día de hoy hago un poco- y estando en este deporte, a veces tenía mis lapsus y me metía a atletismo.
–¿Cuándo comenzaste a competir como atleta?
-Competí en un interescolar cuando estaba en quinto o sexto básico, después competí en posta cuando estaba en octavo, pero nada serio. Yo siempre he querido irme a estudiar afuera y llegó un día en que pensé que, por egoísta que suene, uno depende del equipo y en Chile el nivel de basquet no sé si es suficientemente bueno para llegar al nivel que yo quiero.
-¿Y cuándo te diste cuenta que tu talento estaba en el atletismo?
-Cuando con poco trabajo, me fue bien. Dije “si le pongo corazón y esfuerzo, esto puede convertirse en algo más grande a futuro”. Además del lado genético, que obvio se agradece, es el apoyo. Mis papás me entienden perfecto lo que les hablo, si tengo competencias me llevan, me respetan mis tiempos, me dan todas las facilidades.
-¿Tienes mucha presión en el atletismo por la trascendencia que tuvieron tus padres en el atletismo?
-Para nada. Al menos ellos no me ejercen ninguna presión. Mi mamá siempre me dice que tenemos varias opciones y si alguna no incluye atletismo, no importa, no es el único camino. La presión que hay es externa, de otras personas, porque soy catalogada como “hija de”, entonces esperan mucho de mí y de mi rendimiento.
-¿Las conversaciones en familia siempre giran en torno al deporte?
-Todas, pero todas las conversaciones, jajá. Mi papá justo está lesionado, pero ellos ahora practican crossfit y si no se habla de atletismo, ese es el tema, siempre ha sido así. En todo caso, mi hermana Franka es mucho mejor que yo. Ella tiene 13 y ya lleva haciendo atletismo dos años, así que va a ser mucho mejor que yo.
Se llama Martina Weil, tiene 18 años y acaba de consagrarse campeona nacional u20 de Chile en los 100 y 200 metros llanos. Su padre, Gert, es uno de los más grandes lanzadores de bala en el historial sudamericano, ya que mantuvo el récord hasta hace pocos años y fue finalista olímpico. Y su madre, la colombiana Ximena Restrepo, fue la medallista de bronce de los 400 metros llanos en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 con 49s.64, que aún se mantiene como récord sudamericano. Mratina cursa sus estudios en el colegio Villa María Academy, con excelentes notas y un promisorio futuro en el atletismo, donde ya ha obtenido varios logros pese a que no se dedicaba en un 100 por ciento a la disciplina.
“Mis planes cambian todas las semanas. Hasta hace poco quería tomarme el próximo año para poder irme a estudiar a Estados Unidos y seguir mi carrera deportiva allá, pero por ejemplo me di cuenta que me gusta la ingeniería civil y acá dan posibilidades de tomar menos ramos y seguir entrenando. Mi objetivo a largo plazo es sí o sí irme a estudiar fuera de Chile”, adelanta Martina a La Hora.
Para compartir su tiempo con el estudio, la deportista Adidas entrena lunes, miércoles y viernes. Los martes aprovecha de practicar en su ramo de educación física -en la tarde hace básquetbol- y los jueves en el electivo de atletismo. Además, en las competencias escolares comparte codo a codo con los hijos de SebastiánKeitel, Elisa y Sebastián junior.
Hace poco, Martina comenzó a explorar una nueva faceta. En la nueva temporada Inter deporte escolar del CDF, la atleta debutó como presentadora de los capítulos, que se emiten los jueves por la tarde.
“Yo conocía a los chicos del programa Inter, porque me habían entrevistado varias veces. Un día me llegó un mensaje y me invitaron al casting, hice la prueba y quedé. Hablar en público no se me hace difícil, porque estuve varios años en el equipo de debate en el colegio, pero frente a las cámaras es distinto, ha sido mucho aprendizaje”.
Sus inicios
-¿Cuándo chica querías dedicarte al atletismo?
-No, bajo ningún caso, le hacía la cruz. La verdad es que no estoy muy segura cómo fue, pero sé que fue muy paulatino, de a poco. Yo desde chica he pasado por muchos deportes: he hecho equitación, tenis, gimnasia, vóleibol, básquetbol -que hasta el día de hoy hago un poco- y estando en este deporte, a veces tenía mis lapsus y me metía a atletismo.
–¿Cuándo comenzaste a competir como atleta?
-Competí en un interescolar cuando estaba en quinto o sexto básico, después competí en posta cuando estaba en octavo, pero nada serio. Yo siempre he querido irme a estudiar afuera y llegó un día en que pensé que, por egoísta que suene, uno depende del equipo y en Chile el nivel de basquet no sé si es suficientemente bueno para llegar al nivel que yo quiero.
-¿Y cuándo te diste cuenta que tu talento estaba en el atletismo?
-Cuando con poco trabajo, me fue bien. Dije “si le pongo corazón y esfuerzo, esto puede convertirse en algo más grande a futuro”. Además del lado genético, que obvio se agradece, es el apoyo. Mis papás me entienden perfecto lo que les hablo, si tengo competencias me llevan, me respetan mis tiempos, me dan todas las facilidades.
-¿Tienes mucha presión en el atletismo por la trascendencia que tuvieron tus padres en el atletismo?
-Para nada. Al menos ellos no me ejercen ninguna presión. Mi mamá siempre me dice que tenemos varias opciones y si alguna no incluye atletismo, no importa, no es el único camino. La presión que hay es externa, de otras personas, porque soy catalogada como “hija de”, entonces esperan mucho de mí y de mi rendimiento.
-¿Las conversaciones en familia siempre giran en torno al deporte?
-Todas, pero todas las conversaciones, jajá. Mi papá justo está lesionado, pero ellos ahora practican crossfit y si no se habla de atletismo, ese es el tema, siempre ha sido así. En todo caso, mi hermana Franka es mucho mejor que yo. Ella tiene 13 y ya lleva haciendo atletismo dos años, así que va a ser mucho mejor que yo.