Este 21 de octubre se conmemoran 60 años de uno de los momentos más icónicos del atletismo mundial, cuando el fondista etíope Abebe Bikila retuvo su título olímpico en el maratón de Tokio con un récord de 2:12:12. Bikila se convirtió en el primer hombre en la historia en ganar dos maratones olímpicos consecutivos, hazaña que solo ha sido igualada por Waldemar Cierpinski (1976-1980) y Eliud Kipchoge (2016-2021). En aquella carrera, dos atletas sudamericanos participaron: el chileno Ricardo Vidal finalizó en el puesto 30 con 2:28:02, mientras que el argentino Osvaldo Suárez se vio obligado a retirarse.
Las imágenes de Bikila recorriendo las calles de Tokio, capturadas por el cineasta Kon Ichikawa en la película oficial de los Juegos Olímpicos de 1964, son tan fascinantes hoy como lo fueron entonces. Bikila, miembro de la guardia imperial del emperador Haile Selassie, ya había sorprendido al mundo al ganar descalzo en Roma 1960, abriendo el camino para los corredores africanos de larga distancia.
Con su estilo fluido y tranquilo, Bikila superó al récord mundial anterior, dejando atrás al irlandés Jim Hogan y al australiano Ron Clarke. Cuatro minutos lo separaron del segundo lugar, y después de cruzar la meta, rechazó una manta para realizar una serie de calistenias frente a 75.000 espectadores.
Bikila no solo impresionaba por su resistencia física, sino también por su serenidad. Apenas 40 días antes había sido operado de apendicitis, lo que hizo su victoria aún más sorprendente.
En 1973, a los 41 años, Bikila falleció a causa de una hemorragia cerebral en Addis Abeba, Etiopía, tras sufrir un accidente que lo dejó paralizado. Sin embargo, su legado como pionero en el dominio africano en las largas distancias perdura.