A esta altura de su campaña -a los 34 años, con una corona olímpica y dos títulos mundiales absolutos- Caterine Ibargüen puede disfrutar, es ya una leyenda del atletismo sudamericano contemporáneo. No obstante, la atleta colombiana se mantiene en la plenitud, es la actual número 1 del ránking del mundo con sus recientes 14.96 metros en Rabat. Y en esta noche del miércoles 1° de agosto también vibró con las mejores sensaciones, al ofrendarle su jerarquía al público que colmaba el Estadio Municipal Rafael Cotes, en Barranquilla.
Tras ganar el salto en largo en estos 23° Juegos Centroamericanos y del Caribe, Caterine continuó con su aporte a la positiva cosecha colombiana y se adueñó del triple con excelentes 14,92 metros, logrados con un viento de 1,2 ms a favor. Su serie fue 14.66w, 14.74w, 14.79, 14.76w, los citados 14.92 y un nulo.
Y para completar el sueño local, Yorsiris Urrutia se llevó la medalla de plata con 14.48 (viento de 2,9 ms), quedando el bronce para la cubana Liadagmis Povea con 14.06.
«Estoy en la mejor forma de mi vida deportiva, sigo soñando a logrande, hasta con un récord mundial», exclamó una eufórica Caterine. «Quería conseguir 15 metros en Barranquilla, pero seguiré trabajando para eso. Es una barrera difícil, no se consigue todos los días. Realmente, trabajo hacia los Juegos Olímpicos de Tokio», agregó.
También señaló: «Me siento orgullosa de competir en Barranquil y agradecida por el amor que la ciudad tiene con todos los deportistas que representamos a Colombia. Eso le da un sabor dulce a estas medallas». Y completó: «Siento responsabilidades con la juventud, quiero que las autoridades apoyen a los chicos que surgen y lleven a más deportistas a los grandes triunfos».