Un notable talento natural, unido a una férrea voluntad de triunfo, son características que ya distinguían a Anthony José Zambrano desde que asomó en las competencias internacionales de atletismo, hace varios años. Y alcanza su punto culminante con esta medalla de plata que consiguió en los 400 metros llanos de los Juegos Olímpicos de Tokio, este jueves 5 de agosto, escoltando a Steven Gardiner (Bahamas), tal como sucediera dos años atrás en el Mundial de Doha.
Zambrano se convierte así en el primer velocista sudamericano que llega al podio de esta difícil especialidad en los Juegos Olímpicos y en el tercer atleta de su país con medalla olímpica, luego del bronce que Ximena Restrepo obtuviera sobre esta misma distancia en Barcelona 92 y las dos medallas de la triplista Caterine Ibargüen (subcampeona en Londres 2012, oro en Río 2016).
El despegue a los primeros planos de Zambrano se había producido en el 2019. Primero, con su formidable demostración en los Juegos Panamericanos de Lima, tanto en los 400 llanos individuales como en el relevo. Y luego con la medalla de plata en el Campeonato Mundial de Doha donde, escoltando al Gardiner (43s.48). Allí el colombiano bajó en 14 centésimas un récord sudamericano (hasta 44s.29) que llevaba más de dos décadas de vigencia, ya que lo había fijado el brasileño Sanderlei Claro Parrela durante el Mundial de Sevilla en 1999. Sanderlei, un año después, fue el primer sudamericano en alcanzar la final olímpica, quedando 4° en Sidney.
Zambrano es oriundo de la ciudad de Maicao (17-1-98), aunque pasó casi toda su vida en Barranquilla, la ciudad en la que se radicó su madre Milaidys, profesional en criminalística, por cuestiones de trabajo (Anthony nunca conoció a su padre). Y fue justamente en Barranquilla donde Zambrano asomó en una competencia atlética intercolegial, llamando la atención de los preparadores que lo llevaron al programa de detección de talentos, el TAC. Juan Carlos Cervantes fue su primer entrenador y Zambrano ya corría los 400 llanos en 48s.17 en 2014, cuando ocupó el 5° puesto del Sudamericano u18 en Cali. En la misma ciudad, meses más tarde, se destacó por el Campeonato Mundial de esa categoría, llegando a la final y ocupando el 7° puesto con 46s57. La progresión siguió en juveniles y en el Mundial de Bydgoszcz 2016 también fue 6° en la final con 46s50, tras bajar por primera vez los 46s en las semifinales (45s81). Así lo convocaron para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, donde integró el relevo largo colombiano (3m01s84 en la serie).
Sin embargo, la campaña de Zambrano entró en un impase desde aquel momento, inclusive pensó en alejarse del atletismo. También trabajó en un servicio de transporte para ayudar a la economía de su casa y recién el año pasado volvió en la plenitud, integrándose al equipo de velocistas que conduce el profesor Nelson Gutiérrez y que cuenta, en sus filas, con otro medallista de Doha: el ecuatoriano Alex Quiñonez, bronce sobre 200 llanos.
En el Sudamericano u23 del 2018 en Cuenca, Zambrano produjo su mejor marca hasta aquel momento con 45s.19, en una carrera en la que aventajó a la nueva estrella de los 400 vallas, el brasileño Alison Brendom Alves dos Santos, quien ahora en Tokio también impactó con su medalla de bronce y sus formidables 46s.72. Y en aquel torneo en Cuenca, Zamrano le aportó a Colombia otro título con el relevo largo.
Una fuerte pretemporada, y el fogueo en competiciones internacionales con giras por EE.UU. y Europa, le dieron mayor consistencia a su campaña desde principios del 2019, apuntando a Doha. Aunque su progresión ha sido fulminante, más allá de lo esperado. En mayo obtuvo el título sudamericano, tanto individual (45s53) como en el relevo largo. Al mes siguiente, bajó por primera vez los 45 segundos, con 44s.68 en el meeting de La-Chaux-de-Fonds, en Suiza. Junto a Jhon Alejandro Perlaza, quien cumple su campaña atlética en el circuito universitario de EE.UU., marcan el nuevo rumbo del sprint largo de Colombia, corriendo regularmente por debajo de los 45s, algo que era un sueño hasta hace muy poco.
Los Panamericanos de Lima fueron consagratorios para Zambrano, sobre todo por su entrega y sus resultados. Desafiando el habitual poderío de estadounidenses y caribeños, se llevó el oro individual en los 400 llanos con 44s.83 y libró un intenso duelo en el relevo largo, para rematar con 3m01s41 y darle otro título a Colombia.
Fue el trampolín hacia Doha, donde aquella progresión no se detuvo, cronometrando un récord (nacional absoluto y sudamericano u23) de 44s55 en semis, mejorado hasta los 44s15 de la finalísima en el Estadio Khalifa.
“Quiero agradecer especialmente a mi entrenador Nelson y a mi fisioterapeuta, Caridad Martínez, ellos me ayudaron a hacer historia para el atletismo de Colombia. Y por supuesto a mi madre y todo mi equipo, a los que creyeron en mí en los malos tiempos”, expresó. “Mi táctica de carrera funcionó. He trabajado mucho para conseguir esto. Y estoy seguro de que vendrán más cosas buenas”.
La pandemia obligó a un parate competitivo en 2020, pero al año siguiente Zambrano ya se mostró en buena forma. Y en las pruebas previas a los Juegos, logró un gran triunfo en Madrid, delante del campeón olímpico y recordman mundial, el sudafricano Wayde van Niekerk.
En las semifinales de los Juegos de Tokio volvió a batir el récord sudamericano con 43s.93, siendo así el primer atleta de la región en correr por debajo de los 44 segundos, algo sólo al alcance de los auténticos elegidos. Y sus 44.08 en la final le dieron la medalla de plata que le ofrendó, antes que nadie, a su propia madre desde el borde de la pista, en un testimonio conmovedor.
CAMPAÑA INTERNACIONAL
2014 Sudamericano u18 (Cali) 5 400 metros llanos 48.17
2015 Mundial u18 (Cali) 7 400 metros llanos 46.57
2016 Mundial u20 (Bydgoszcz) 6 400 metros llanos 46.50
2018 Sudamericano u23 (Cuenca) 1 400 metros llanos 45.19
1 Postas 4×100 y 4×400
2019 Campeonato Sudamericano (Lima) 1 400 metros llanos 45.53
- Posta 4×400
Juegos Panamericanos (Lima) 1 400 metros llanos 44.83
1 Posta 4×400 3:01.41
Campeonato Mundial (Doha) 2 400 metros llanos 44.15 RSA
4 Posta 4×400 2:59.50 NR
2021 Mundial de Relevos (Chorzow) 6 Posta 4×400 3:05.91
Juegos Olímpicos (Tokio) 2 400 metros llanos 44.08
EVOLUCION ZAMBRANO AÑO x AÑO
2014 48.17 a
2015 46.27 a
2016 45.81
2017 48.66
2018 45.19 a
2019 44.15
2020 –
2021 43.93
Mejores actuaciones en 400 metros llanos
43.93 2s1 OG Tokio 02.08.2021
44.08 2 OG Tokio 05.08.2021
44.15 2 WCH Doha 04.10.2019
44.51 1r1 Madrid 19.06.2021
44.55 2s3 WCH Doha 02.10.2019
44.57 2 Doha 28.05.2021
44.68 1r1 La Chaux de Fonds 30.06.2019
44.76 1 G Gala Florencia 10.06.2021
44.83 1 PamG Lima 08.08.2019
44.83 1 PamG Lima 08.08.2019
44.87 1h4 OG Tokio 01.08.2021
44.91 1r1 Salamanca 05.06.2021
45.13 1h2 PamG Lima 07.08.2019
45.19 a 1 Sam u23 Cuenca 29.09.2018
45.22 1 Huelva 20.06.2019
45.48 a 1r3 XR Medellín 01.05.2019
45.52 1r1 Gainesville 28.03.2019
45.52 1r2 Miami 13.04.2019
45.53 1 SamC Lima 24.05.2019
45.76 1r3 Barranquilla 18.05.2019
45.81 3s1 WCu20 Bydgoszcz 21.07.2016
45.93 3h5 WCH Doha 01.10.2019
La brillante estela de los “cuatrocientistas” colombianos
Hace pocos años, la Federación Colombiana de Atletismo homenajeó a los valores históricos de la prueba de 400 metros llanos. Y allí estaban el legendario Jaime Aparicio, el gran maestro Pedro Grajales y Wilson Cañizales. Aparicio –quien tuvo sus mejores performances sobre 400 vallas- fue junto a Grajales y los más recientes Geiner Mosquera (2008) y Diego Palomeque (2016) representante olímpico de Colombia en 400 llanos.
En su cuenta en la distancia plana, Aparicio cuenta con un récord sudamericano de 47s.6, conseguido el 18 de marzo de 1956 en Bogotá. Y también Grajales (olímpico en 1964 y 1968), quien fijó sus 46s.1 manuales como tope sudamericano el 1 de julio de 1967 en Bucaramanga. Grajales, además, alcanzó la final de los Panamericanos de Winnipeg (1967), donde ocupó el 7° puesto en carrera ganada por el luego recordman mundial y campeón olímpico, Lee Evans.
También Aparicio (47s7 en 1956) y Grajales (en 1967 en Buenos Aires) fueron los primeros colombianos que alcanzaron el título sudamericano de 400 llanos, algo que emuló Cañizales en 1993 (Lima)
Zambrano es el heredero de esa gran tradición y el que llegó más alto en los primeros planos mundiales.