Tal (o casi) como ocurriera un año atrás en los Juegos Olímpicos de Rio, las sudamericanas sentenciaron el 1-2 del salto triple femenino en este Campeonato Mundial de Londres, en la vibrante noche de este lunes 7 de agosto. Pero, a diferencia de Rio, hubo un cambio de mando: con una mínima ventaja de apenas dos centímetros, que refleja el tremendo duelo, la venezolana Yulimar del Valle Rojas se ha consagrado como la nueva campeona del mundo, heredando la corona que la colombiana Caterine Ibargüen había ostentado en las dos ediciones anteriores (Moscú 2013 con 14,85 m y Beijing 2015 con 14,90 m).
Yulimar completa así su sensacional escalada a los primeros planos, que incluyó su título mundial «indoor» en Portland, en marzo del 2016, la medalla de plata olímpica en Rio y ahora su victoria, la primera que logra un representante venezolano en el historial de los Mundiales. Apenas un día antes, su compatriota Robeilys Peinado en salto con garrocha le había dado a Venezuela la primera medalla (bronce) en el historial…
Ibargüen, quien hasta mediados de 2016 mantuvo un invicto de casi tres años y medio en la especialidad, contempló el ascenso de Rojas desde entonces. En la final olímpica, la colombiana prevaleció por 15.17 a 14.98, completando así su magnífica colección personal (a los títulos mundiales había que añadirles la plata olímpica de Londres 2012 y el bronce del Mundial de Daegu 2013).
En esta temporada, Rojas volvió a exhibir sus credenciales con el mejor registro de la lista mundial, los 14.96 m. que consiguió a principios de junio, en Andújar. Pocos días después, en la Golden Gala de Roma, Rojas lograba su primera victoria ante Ibargüen: 14.84 a 14.78. Pero el desquite llegó el 21 de julio en Montecarlo, donde la colombiana fue recuperando su mejor nivel (14.86) para superar por tres centímetros a la venezolana, a quien prepara aquella leyenda del salto en largo, el cubano Iván Pedroso.
Para la final estaba previsto otro gran duelo, donde sólo podía terciar otra ex campeona, Olga Rypakova (Kazajstán). El resto, lejos.
Los 14.82 de Rojas en la segunda ronda la colocaron adelante, Rypakova replicaba con 14.77 (su mejor producción en mucho tiempo), pero Ibargüen llegaba a 14.89 en la tercera vuelta, que le daba tranquilidad para los tres saltos finales. Rojas no pudo afirmarse en el cuarto, Rypakova iba declinando. Pero el quinto fue el salto decisivo para la venezolana, con sus 14.91. Todavía faltaban las respuestas de Ibargüen: 14.71 en el quinto y el último, el que más necesitaba, la dejó en 14.88. Tuvo una serie notable, pero no le alcanzó.
También la de Rojas fue excelente: 14.55, 14.82, 14.83 13.69, 14.91 y 14.50. Ibargüen: 1467, 14.69, 14.89, 14.80, 14.71, 14.88.
Rypakova se llevó el bronce, bien lejos de la cuarta, Hanna Knyazeyeva-Minenko (Israel) con 14,42 m.