Por SABRINA FAIJA / Diario Clarín (Argentina)
Más de 400 periodistas y apenas 15 preguntas. La teleconferencia de 45 minutos que dio Thomas Bach, y de la que participó Clarín, intentó desmenuzar qué motivos llevaron al Comité Olímpico Internacional a suspender los Juegos Olímpicos de Tokio para una fecha tope del verano de 2021. Y allí el presidente del COI contó el paso a paso de un aplazamiento que podría haber llegado mucho antes, al menos desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus una pandemia, el 11 de marzo.
El alemán aclaró que fue «el desarrollo del coronavirus» lo que hizo que cambiaran su decisión y resolvieran la suspensión. Y no dudó en afirmar que «por supuesto que se discutió la cancelación» y que «todas las opciones estaban sobre la mesa». «Pero desde el principio quedó claro que la cancelación no era algo que el COI apoyara de ninguna manera, porque nuestra misión es permitir que los sueños de los deportistas se conviertan en realidad», remarcó.
Entonces, ¿qué influyó para que se tomara esa determinación? Bach fue claro: las señales de alarma de la OMS sobre la situación en África -fundamentalmente-, Oceanía y Sudamérica. «Al principio -observó-, la pregunta era si Japón podría ofrecer condiciones seguras para dar la bienvenida a los atletas del mundo. En ese momento, teníamos una confianza cada vez mayor en los desarrollos en Japón, viendo todas las medidas que se estaban tomando, viendo las cifras, y teníamos la confianza de que, en cuatro meses y medio, se podrían ofrecer estas condiciones seguras. Pero, entonces, tuvimos esta gran ola proveniente del resto del mundo y estos avances muy, muy preocupantes, en particular en los últimos días. Obviamente, África está al comienzo de la propagación del virus, y la Organización Mundial de la Salud dijo hace un par de horas que África tiene que prepararse para lo peor. Vemos que los números aumentan en muchas otras partes del mundo».
Desde Lausana, Bach dio cifras del avance de la pandemia («El virus tardó 67 días en llegar a los primeros 100.000 casos; después de 11 días, tuvimos 200.000, y cuatro días después, 300.000. Ahora estamos por encima de 375.000», dijo) e insistió en que la «situación cambió rápidamente» y por eso adaptaron su escenario. «Estábamos confiados en que Japón estaría listo para organizar los Juegos pero nuestras dudas crecían en torno a si el mundo iba a estar listo», recalcó.
En su relato de los acontecimiento que llevaron a esta histórica suspensión -solo las Guerras Mundiales cancelaron Juegos Olímpicos en 1916, 1940 y 1944-, el presidente del COI prosiguió que el domingo a la mañana, tras ver que en África estaba comenzando el brote y que había muchos otros países afectados, llamó «a una reunión de emergencia con los presidentes de los comités olímpicos nacionales». «No podíamos manejar solos el aplazamiento», señaló y puntualizó que en esa teleconferencia recibió «apoyo unánime», incluido el Comité Olímpico Canadiense, uno de los primeros en informar que de celebrarse los Juegos del 24 de julio al 9 de agosto de este año no enviaría a sus atletas. «No hubo ni una voz preguntándose por la cancelación. Las preguntas apuntaban a las clasificaciones y a las condiciones mentales y físicas de los atletas. Y tomamos todo en consideración, como también las voces de atletas que escuchamos de todo el mundo», completó.
«El martes -siguió- tomamos la decisión con el Primer Ministro Shinzo Abe. No debía ser unilateral del COI. Para tener unos Juegos exitosos, debíamos estar unidos. Estos Juegos Olímpicos pueden ser muy importantes, pueden ser una celebración de que la raza humana se sobrepuso a este desafío del coronavirus. Estos Juegos y la llama olímpica pueden ser una luz al final de este oscuro túnel que todo el mundo está atravesando en este momento, y que no sabemos cuánto tiempo durará». Y aclaró que después de ese encuentro se produjo una reunión de la Comisión Ejecutiva del COI, donde se aprobó. «El Presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons, también fue invitado y, en nombre del Comité Paralímpico Internacional, apoyó este acuerdo», agregó.Mirá tambiénCoronavirus: los Juegos Olímpicos de Tokio se suspendieron hasta 2021 tras el pedido del gobierno japonés
Con esa panorama aclarado, la pregunta que surge es saber cuándo se disputarán. Si bien los Juegos Olímpicos de Tokio no tienen nueva fecha, consultado sobre la posibilidad de hacerlos en los meses de primavera (de marzo a junio de 2021), Bach no lo descartó. «Esto no se resume solo a los meses de verano. Todas las opciones están sobre la mesa, antes y durante el verano de 2021«, declaró. Y avisó que tomará un tiempo resolver la nueva fecha aunque se «llegará a una solución lo antes posible»
Aunque prefirió no hacer comentarios sobre las políticas que llevan adelante «los líderes mundiales que están afrontando este desafío», sí dijo que «es una crisis sin precedentes para la humanidad» porque nunca se había visto «una propagación así de un virus en todo el mundo» y, «por lo tanto, también es un desafío sin precedentes para los Juegos Olímpicos». En medio de esa compleja realidad, Bach solo fue tajante al responder una pregunta: si había pensado en renunciar. «No», fue el rotundo y escueto mensaje del alemán que despejó algunas incógnitas pero no las suficientes como para entender por qué el COI demoró tanto en decidir lo más lógico.
El martes se creó un grupo de trabajo -«Que se llamó a sí mismo ‘Here we go’ (‘Acá vamos’)», confió Bach- para contactar a las 33 federaciones internacionales presentes en los Juegos Olímpicos de Tokio y este jueves comenzarán las teleconferencias. «La primera etapa consiste en ver cuáles son las opciones. Debemos también tener en cuenta el calendario deportivo alrededor de los Juegos Olímpicos», explicó Bach ante los más de 400 periodistas que se comunicaron con Lausana a las 6.30, hora argentina.
Antes de que el COI resolviera el aplazamiento, la UEFA y la Conmebol, las federaciones con mayor peso en la FIFA, postergaron para las mismas fechas de 2021 (11 de junio al 11 de julio) la Eurocopa y la Copa América, respectivamente. Pero el próximo año no solo están previstos dos de los eventos más importantes del fútbol: también están programados los Mundiales de atletismo (6 al 15 de agosto en Eugene, Estados Unidos) y natación (6 de julio al 1 de agosto en Fukuoka, Japón).
«Estas son exactamente las razones por las cuales el domingo decidimos que necesitamos al menos cuatro semanas para abordar estas preguntas. Estos eventos no son los únicos. Esto es como un gran rompecabezas. Cada pieza tiene que encajar. Los Juegos Olímpicos son el evento más complejo del mundo. Reunir a 11.000 atletas de 206 Comités Olímpicos Nacionales más el Equipo Olímpico de Refugiados del COI; tener el Comité Organizador a bordo; los partidarios, los patrocinadores, los medios; estar alineado con las Federaciones Internacionales, los Comités Olímpicos Nacionales. Solo estoy nombrando algunas de las piezas de este rompecabezas», comentó el presidente del COI
Además, el alemán hizo hincapié en que «la preocupación y el compromiso del COI es organizar los Juegos Olímpicos en un entorno y de una manera que salvaguarde la salud de todas las personas involucradas, de cada participante». Por lo que si el coronavirus avanza con el correr del tiempo, ese compromiso no cambiará: «Este principio nos guiará en todas las decisiones que estamos tomando, ya que nos ha guiado en todas las decisiones que hemos estado tomando en el pasado reciente. Por eso, se necesitarán sacrificios y compromisos de todas partes. Todos hacen esfuerzos para hacer de estos Juegos un símbolo de la esperanza», concluyó.