Continuando su serie de actuaciones que lo han encumbrado como uno de los mejores especialistas del mundo, el brasileño Darlan Romani conquistó -este miércoles 8 de agosto- la medalla de oro del lanzamiento de bala en los Juegos Panamericanos, en Lima.
Romani estableció su superioridad desde el arranque, pero cerró la prueba con un disparo de 22,07 metros, que representa el nuevo récord de los Juegos. Su serie fue: 20.81, 20.92, 21.19, 21.16, 21.54 y 22.07. El poseedor del récord anterior con 21.69 era el jamaiquino O’Dayne Richards, que había obtenido el título en Toronto, pero que ahora terminó quinto con 20.07. En aquella oportunidad, Romani había ocupado el sexto lugar.
La medalla de plata fue para el estadounidense Jordan Geist con 20.67 y el bronce para el mexicano Uziel Muñoz con 20.56. Otro brasileño, Welinton Silva Morais, quedó 7° con 19.22 m mientras que Santiago Edward Basso -radicado en EE.UU. pero ahora representante de Chile- terminó 11° con 18.38 m.
La participación de Romani en estos Juegos tuvo su cuota dramática ya que, pocos días antes de la competencia, sufrió una infección en la garganta y mucha fiebre. «Fue después de viajar desde Madrid, por suerte pude llegar justo a la competencia», declaró.
Romani se ha convertido en uno de los animadores a primer nivel mundial en esta prueba, especialmente con sus 22,61 metros en el Prefontaine Classic y su triunfo sobre las grandes figuras.
La única vez que un brasileño había llegado al podio de lanzamiento de bala en los Panamericanos fue en la edición inaugural (Buenos Aires 1951) cuando Nadim Severo Marreis quedó tercero con 14.07. Y el único sudamericano que había logrado la prueba fue el chileno Gert Weil, campeón en 1987 y 1991 (y bronce cuatro años más tarde).