Previa Rio – Apasionante salto con garrocha

No hay comentarios en Previa Rio – Apasionante salto con garrocha

Entre las primeras competencias que se resolverán en el atletismo de Rio 2016 -y en las cuales algunos representantes sudamericanos podrían «entrar en conversación»- está una de las más atractivas: el salto con garrocha para los hombres. Este sábado 13 de agosto se cumplirán las eliminatorias, y dos días más tarde bajo las luces del Engenhao, los mejores garrochistas del mundo irán por la gloria. Allí el francés Renaud Lavillenie, poseedor del récord con 6.16 metros (i), tratará de convertirse en el primer atleta -en más de medio siglo- en retener la corona olímpica con la pértiga.
El salto con garrocha es una de las pruebas que figura en el programa olímpico desde los Juegos inaugurales, en Atenas 1896, cuando triunfó el estadounidense William Hoyt con 3,30 metros. A lo largo de ese historial, los garrochistas de su país acumularon 17 títulos y tuvieron a algunas de las máximas figuras olímpicas de la especialidad. Como Bob Seagren, el campeón de México 68 y subcampeón cuatro años más tarde en Munich tras gran duelo con Wolfgang Nordwig, de Alemania del Este. O, especialmente, Bob Richards: tras su medalla de bronce en Londres (1948), Richard se proclamó campeón en Helsinki (1952) con récord olímpico de 4.55 metros, que elevó un centímetro para retener su título en Melbourne (1956), cita en la que también compitió en el decathlon.
Conocido como el «Obispo» Richards -había sido entronizado en una iglesia metodista- hace algunas décadas también incursionó en la política y en 1984 se postuló a presidente de EE.UU. por un partido de ultraderecha, cosechando poco más de 68 mil votos…
Para aquella época, el campo con garrocha ya era territorio de franceses y soviéticos. Y entre ellos emergió el más grande especialista de la historia, el ucraniano (representaba a la URSS), Sergey Bubka, hoy vicepresidente de la IAAF y del COI. El gran Sergey elevó a topes desconocidos la maximarca mundial -fue el primero en atreverse sobre los 6 metros- y cosechó cinco títulos en los Campeonatos Mundiales. Paradójicamente, tuvo poca fortuna con los Juegos Olímpicos. En 1984 no pudo participar, por el boicot de los países socialistas. Pero cuatro años después, en Seúl y cuando estaba al borde de la eliminación, consiguió un majestuoso triunfo con 5,90 metros, superando por 5 cm. a su compañero Rodion Gataulin. En Barcelona (1992) falló sorpresivamente en sus tres intentos iniciales sobre 5,70 m. Y cuatro años más tarde, en Atlanta, directamente no pudo saltar por una lesión, lo que aceleró su retiro.
Otro pasaje inolvidable de aquel historial «garrochero» fue el triunfo del polaco Robert Korzenowski en Moscú 1980 con récord mundial de 5,78 m., delante de un público totalmente adverso. Y ya el historial reciente, vio la consagración de Lavillenie en Londres 2012 con récord olímpico de 5,97 m., superando por seis centímetros a la dupla alemana de Björn Otto y Ralf Holzdappe.
El salto con garrocha ha sido una prueba casi «vedada» a los sudamericanos en aquel nivel. No obstante, hay que citar el sexto puesto del brasileño Lucio Almeida de Prado de Castro con 3,90 metros en los Juegos de Los Angeles (1932). Era el récordman sudamericano por aquella época, el primero en pasar los 4 metros, algo que consiguió en 1929.
Otro brasileño, Tomas Valdemar Hintnaus, también accedió a la final en el mismo escenario (en 1984), pero quedó sin marca. Hintnaus había nacido en Brasil, pero desde los dos años vivía en EE.UU., donde desarrolló toda su campaña. Sin embargo, a comienzos de los 80 volvió para representar a Brasil y lo hizo con pleno éxito, alcanzando una final mundialista y llevando el récord sudamericano a 5,76 m. en 1985, marca que tuvo más de dos décadas de vigencia hasta la aparición de la actual generación.
Entre los sudamericanos destacados hay que mencionar también al argentino Erico Ricardo Barney: en los Juegos de México (1968) batió el récord de nuestra región con 4.80 m. y se quedó cerca de la final.
FAVORITOS
Lavillenie, el hombre que ha devuelvo el salto con garrocha a los niveles de Bubka, fijó los 6.16 precisamente en la ciudad natal de éste (Donetsk), el 15 de febrero de 2014. El francés ganó este año el Mundial Indoor en Portland y lidera el ránking al aire libre con los 5.96 conseguidos hace pocas semanas en Sotteville. En cambio, no le fue muy bien en el Campeonato Europeo de Amsterdam, donde buscaba su tercer título y quedó sin marca, triunfando entonces el polaco Robert Sobera.
El hombre que asomó en los últimos tiempos es el canadiense Shawn Barber, quien intentará convertirse en el primer garrochista de su país en llegar al podio olímpico después de más de un siglo. Barber fue el número 1 de la última temporada, tras conquistar el título panamericano en Toronto y el mundial en Beijing. Pasó por primera vez los 6 metros a principios de este año en Reno, durante la temporada indoor, mientras que al aire libre su mejor mara del 2016 es 5.91 m.
Con la misión de extender (o recuperar) aquella hegemonía de Estados Unidos se encuentra Sam Kendricks, cuyo mejor registro de este año es 5.92 m conseguidos en China.
El siempre fuerte equipo alemán de garrochistas es encabezado nuevamente por Holzdeppe: campeón mundial 2013 y subcampeón 2015, bronce olímpico en Londres, la duda está por las lesiones que retrasaron su campaña en esta temporada. Otro equipo fuerte es el polaco con el citado Sobera, Piotr Lisek y el ex campeón mundial (2011) Pawel Wojciechowski.
Entre tantos nombres, aparece el de la flamante estrella sudamericana Thiago Braz da Silva. Oriundo de Marilia y campeón mundial u20 de Barcelona 2012, Thiago produjo una fulminante progresión desde aquel momento, ahora bajo la conducción de Vassily Petrov, el mismo que había dirigido la campaña de Bubka. Entrenan en Formia (Italia) y el año pasado Thiago fijó el récord sudamericano con 5.92 m. en Bakú. En la temporada 2016, ya en pista cubierta, saltó 5.93 m. en Berlin. Y al aire libre viene de conseguir su mejor registro del año con 5.90 en Schlanders. En sus últimas grandes citas -como los Panamericanos y el Mundial 2015- no pudo repetir esas marcas. Pero, delante de su público y con toda la motivación de estos Juegos, Thiago Braz da Silva aspira al gran impacto.
No estará solo. Su compatriota Augusto Dutra da Silva de Oliveira, otro «producto» del team comandado por Elson Miranda de Souza, tiene un mejor antecedente de 5.82 m. y experiencia internacional. Y el argentino Germán Chiaraviglio, subcampeón panamericano 2015 con registro personal de 5.75 m, también sueña con llegar a la final.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *