María Isabel Arboleda destacó nuevamente en Bucaramanga durante el Sudamericano u23, donde logró una marca personal en salto alto de 1,88 metros. Esta joven vallecaucana, con 19 años y una estatura de 1.95 metros, ya había dejado su huella en el Campeonato Mundial sub-20 de Atletismo al terminar quinta en su disciplina. Con su notable desempeño, Arboleda se perfila como una de las grandes esperanzas de Colombia en el salto alto, en vistas al nuevo ciclo olímpico.
La historia de Arboleda comenzó cuando tenía 16 años, cuando su entrenador, Luis Carlos Lucumí Ávila, ex lanzador de jabalina, la descubrió mientras jugaba balonmano. Impresionado por su altura y biotipo, la convenció de que probara en el salto alto. Al principio, Arboleda no tenía interés en hacer una carrera deportiva, ya que había practicado otros deportes como el voleibol, fútbol y judo, y se sentía insegura debido a las burlas que recibía por su estatura.
Sin embargo, con el tiempo, Arboleda encontró en el atletismo un refugio y un camino hacia la autoconfianza. Gracias a su dedicación y a la guía de Lucumí, su talento floreció, y poco a poco, comenzó a perfeccionar su técnica en el salto alto. Hoy en día, Arboleda sigue entrenando con disciplina, y su estatura, que antes consideraba una desventaja, se ha convertido en su principal fortaleza.
Lucumí, además de ser su entrenador, ha sido mentor de otros atletas destacados de Colombia, y ha volcado su experiencia de más de 20 años como atleta y 25 como entrenador en desarrollar el talento de jóvenes promesas como Arboleda. Su enfoque en la disciplina, la técnica y la coordinación ha sido clave en el éxito de su pupila, quien ya ha empezado a dejar su marca en el escenario internacional.