A lo largo de su historial, el atletismo de Venezuela ha tenido momentos memorables a nivel iberoamericano, panamericano o sudamericano, sobre todo en la recordada generación del 60 con sus velocistas y el decathleta Héctor Thomas, por ejemplo.
Pero ingresar al «concierto mundial» le costó mucho más a los atletas de ese país. Claro que ya en 1952 pudo disfrutar de una medalla olímpica, cuando el triplista Asnoldo Denovish (FOTO), con un registro de 15,52 metros, logró el bronce en Helsinki, en el concurso que marcó la primera victoria del brasileño y entonces recordman mundial Adhemar Ferreira da Silva.
Otras destacadas participaciones olímpicas se dieron con sus velocistas, que lograron el 5° lugar en la posta 4×100 de Roma (1960) en 40s.83, formando con Clide Bonas, Lloyd Murad, Emilio y Rafael Romero. Otro super velocista de aquellos tiempos era Horacio Estéves, quien el 15 de agosto de 1964 en El Paraíso (Caracas) igualó el entonces récord mundial del hectómetro con 10s.0 (manuales). Ya había sido semifinalista de la prueba en Roma, pero una lesión le marginó en Tokio, pese a lo cual el relevo venezolano accedió otra vez a la final y marcó 39s.53 para ocupar el seto puesto. Lo formaban Arquímedes Herrera (semifinalista en 100 y 200), Murad, Rafael Romero y Hortensio Fusil.
El gran trabajo de formación de postas realizado en los últimos años permitió que un relevo venezolano -en este caso de 4×400- alcanzara la última final olímpica en Londres, ocupando el séptimo lugar con Arturo Ramírez, Alberto Aguilar, Albert Idel Bravo y Omar Longart.
Pero los Mundiales de mayores de la IAAF fueron muy difíciles para Venezuela, hasta que hace pocos años (Daegu 2011) Eduar Villanueva consiguió insertarse en la final de los 1.500 llanos, terminando octavo con 3m.37s.31. Mejor resultó la categoría U20, donde los Mundiales arrancaron hace exactamente tres décadas y allí Venezuela contó con varios finalistas, resaltando los qiunto puestos del vallista Eliexer Pulgar sobre 110 metros (1990), el cuatrocientista William Hernández (2000) o la vallista Genesis Romero (dos años atrás en Eugene). Y en los Mundiales de Menores llegó el ansiado título para Venezuela, cuando en Donetsk 2013 la garrochista Robeilys Peinado se alzó con la medalla dorada. Previamente, en Marrakesh 2005, Keisa Monterola había sido subcampeona de la misma especialidad.
Peinado, quien todavía milita en la categoría junior, es una de las líderes de esta nueva generación que impulsa a Venezuela a colocarse en el mano-a-mano mundialista. Y allí está la ascendente Yulimar del Valle Rojas, quien acaba de aportar en Portland el primer gran título de mayores, con su victoria en el salto triple. Ahora viene la temporada al aire libre y el desafío supremo que representa para esta joven triplista -cumplirá recién 21 años el 21 de octubre- los Juegos Olímpicos de Rio.