Próxima a cumplir sus 31 años, Déborah Rodríguez se mantiene como un emblema del atletismo uruguayo y es, probablemente, la mejor atleta del historial femenino de ese país.
Ahora volvió a colocar a su país en el medallero al lograr el subcampeonato panamericano de los 800 metros llanos, durante la jornada de clausura atlética del sábado 4 de noviembre en el Estadio Nacional. Consiguiendo mantener su contacto con las favoritas cubanas hasta entrar en la zona de definiciones, Déborah terminó 2ª. en 2:02.88, detrás de Sahily Diago (2:02.71), quedando el bronce para Rose Mary Almanza con 2:03.68. En los Juegos anteriores, en Lima, Almanza había logrado la medalla de plata y Rodríguez, el bronce, triunfando entonces la jamaiquina Natanya Goule.
Además de aportar medallas y títulos para su país en casi todas las competencias internacionales (Iberoamericanos, Odesur, Sudamericanos), Rodríguez se ha lucido en los Panamericanos, donde debutó como juvenil en 2011, cuando se especializaba en los 400 metros con vallas. Allí no pudo atravesar las series. Pero cuatro años más tarde, en Toronto, logró el bronce de esa misma prueba con 56.41. Vino la transición hacia los 800 llanos y así llegó a otro bronce en Lima con 2:01.66, y ahora en Santiago subió otro escalón.