
Introducción: Un torneo con historia y futuro
Hablar del Campeonato Nacional U23 de Atletismo en Argentina es abrir la puerta a una historia de esfuerzo, visión estratégica y amor por el deporte. En cada edición de este certamen, que ya lleva más de dos décadas consolidándose como la competencia clave para los jóvenes talentos del país, se respira el futuro del atletismo argentino.

Este torneo no solo ha crecido en participación y nivel competitivo, sino que se ha transformado en una verdadera cantera de figuras que luego brillaron en Sudamericanos, Panamericanos y Juegos Olímpicos. Cada año, cientos de atletas llegan desde todos los rincones del país al CeNARD —o a cualquiera de las ciudades anfitrionas— con la ilusión de dejar su huella. Y muchos lo logran.
Pero más allá de las marcas y las medallas, el Nacional U23 representa un momento bisagra en la carrera de muchos deportistas: es el primer gran escenario donde pueden probarse contra sus pares con miras al alto rendimiento. No es casualidad que este campeonato se haya transformado en un pilar del desarrollo atlético nacional y en un modelo para otros países de la región.
Los orígenes del Campeonato Nacional U23 de Atletismo
La génesis de este torneo se remonta al año 2005. Fue entonces cuando la Confederación Argentina de Atletismo (CADA) decidió atender una necesidad concreta: muchos atletas quedaban descolgados entre el salto de la categoría juvenil (U20) a mayores. El desnivel competitivo era tal que una gran cantidad de jóvenes abandonaban el deporte al no poder seguir el ritmo de los atletas consagrados.
“El salto de la categoría juvenil a mayores era muy grande, y muchos atletas abandonaban por no poder competir de igual a igual con los de elite. La categoría U23 vino a cerrar esa brecha”, recordaba Juan Scarpín, presidente de la CADA en ese momento.
El campeonato se diseñó como una categoría de contención y proyección. La franja etaria de 20 a 22 años se convirtió en el núcleo sobre el que giraba la propuesta, que buscaba ofrecer una plataforma seria de competencia antes de dar el paso a la elite absoluta. Y desde entonces, la idea funcionó a la perfección.
Un puente necesario: el propósito de la categoría Sub 23
El Nacional U23 fue —y sigue siendo— una respuesta inteligente a una etapa crítica en la vida del atleta. Esa edad en la que muchos deben decidir si siguen apostando todo por el deporte o si lo abandonan ante la falta de oportunidades, recursos o visibilidad.
El campeonato cumple múltiples funciones: es competitivo, formativo y estratégico. No solo permite a los atletas mantenerse activos en el circuito, sino que también les brinda visibilidad ante entrenadores, clubes, federaciones y programas de becas.
Además, en muchos casos, funciona como clasificatorio para competencias internacionales como el Campeonato Sudamericano U23. Las marcas que se consiguen en este torneo suelen ser tenidas muy en cuenta por los seleccionadores nacionales para definir los equipos que representarán al país.
Por eso, más allá del espíritu competitivo, el Nacional U23 tiene un fuerte componente de acompañamiento. Es el lugar donde se detectan talentos, se evalúan progresos, se proponen planes de seguimiento y se comienza a construir la carrera de los próximos referentes del atletismo nacional.
Organización y evolución: del CeNARD al país entero
Desde 2005, el campeonato se ha organizado ininterrumpidamente cada año —exceptuando el 2020, suspendido por la pandemia—, en un formato de dos jornadas donde se desarrollan todas las disciplinas tradicionales de pista y campo para ambas ramas.

La organización recae en la CADA, pero se realiza en conjunto con las federaciones provinciales o regionales que ofician como sede anfitriona. Esto ha permitido que ciudades como Rosario, Mar del Plata, Mendoza, San Luis y, por supuesto, Buenos Aires, tengan la posibilidad de mostrar su infraestructura y promover el atletismo de forma federal.
Sin embargo, el CeNARD —Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo— ha sido el epicentro recurrente del torneo, no solo por su ubicación estratégica sino por contar con instalaciones de nivel internacional. La edición de 2021 marcó el retorno tras la pandemia, y también será sede en este 2025, confirmando su estatus de plaza predilecta para las grandes competencias.
El campeonato convoca habitualmente a más de 300 atletas, junto con entrenadores, jueces, delegaciones y familiares, generando un evento de fuerte impacto tanto deportivo como logístico.
El CeNARD como epicentro del alto rendimiento
Hablar del Nacional U23 es también hablar del CeNARD. Este complejo deportivo, ubicado en el barrio de Núñez en la Ciudad de Buenos Aires, es sinónimo de alto rendimiento y excelencia. No solo ha albergado las ediciones más memorables del campeonato, sino que ha sido testigo directo del crecimiento de numerosos talentos argentinos.
El CeNARD brinda condiciones únicas: pista de atletismo sintética homologada, gimnasio de musculación, centro médico, comedor, alojamiento para delegaciones y una infraestructura que respeta los estándares de competencia internacional. Estas características convierten al CeNARD en un escenario ideal para medir el verdadero nivel competitivo de los atletas jóvenes.
Además, su accesibilidad y cercanía a los principales centros urbanos favorece la participación masiva. No es casual que muchos récords y actuaciones sobresalientes hayan ocurrido aquí. En 2021, por ejemplo, Guillermina Cossio igualó el récord nacional absoluto de 100m con 11.68, mientras que Agustina Moraga rompió el récord U20 de jabalina con 50,30 m.
El Nacional U23 como trampolín al estrellato
Lo que distingue al Nacional U23 no es solo su función como competencia, sino su rol como auténtico trampolín hacia la elite. Varios de los nombres más importantes del atletismo argentino encontraron en este torneo su primer gran hito.
Germán Chiaraviglio en garrocha, Jennifer Dahlgren en martillo, Braian Toledo en jabalina, Germán Lauro en bala y disco, Belén Casetta en obstáculos, Federico Bruno en mediofondo, Florencia Borelli en fondo. Todos pasaron por este certamen antes de representar al país en escenarios internacionales.
Y esa tradición continúa. En los últimos años, figuras emergentes como Nazareno Sasia (bala), Franco Florio (velocidad) y la propia Agustina Moraga (jabalina) también brillaron aquí, marcando el camino de una nueva camada de talentos listos para dejar su huella en el continente y el mundo.
Atletas que brillaron y dejaron huella
El historial del campeonato está plagado de momentos memorables y nombres que hoy son referencia. Las pistas del Nacional U23 han visto nacer carreras olímpicas, establecer récords nacionales y ofrecer verdaderas cátedras de superación personal.
En 2024, Tomás Villegas impuso una nueva plusmarca del certamen en los 100 metros con 10.21, elevando el estándar para los velocistas nacionales. El progreso técnico y físico que se exige para lograr una medalla es cada vez mayor, y eso ha hecho que el torneo crezca en calidad, año tras año.

Las provincias que suelen dominar el medallero —Buenos Aires, Metropolitana, Santa Fe, Córdoba y Mendoza— reflejan el trabajo sistemático en sus estructuras de base. Pero también han surgido campeones de regiones menos habituales, consolidando el carácter verdaderamente nacional y federal del evento.
Marcas, récords y el crecimiento competitivo
Uno de los aspectos más reveladores del impacto del Nacional U23 es el crecimiento constante en las marcas mínimas requeridas para estar en el podio. Esto no solo habla de una mejora en el nivel de entrenamiento y preparación, sino de una cultura deportiva que premia el esfuerzo, la constancia y el profesionalismo.
La evolución de las estadísticas lo confirma: cada vez se baten más récords, y con mayor frecuencia. La preparación específica para este torneo ha llevado a clubes y entrenadores a profesionalizar sus métodos, utilizando tecnología, planificación estratégica y trabajo interdisciplinario para lograr el máximo rendimiento.
Y ese salto cualitativo se nota. El Nacional U23 no solo es una competencia, es un termómetro del estado del atletismo argentino. Un espacio donde se proyecta el presente y se dibuja el futuro de este deporte.
Una cita estratégica en el calendario deportivo argentino
El campeonato U23 no está aislado del contexto. Forma parte del engranaje estratégico de la Confederación Argentina de Atletismo (CADA), que lo utiliza como una instancia clave para detectar talentos, definir equipos y monitorear progresos.
Muchas veces, las marcas obtenidas en este torneo funcionan como criterios de selección para torneos internacionales. Además, se toman en cuenta para ingresar a programas de becas deportivas, seguimiento técnico y entrenamiento especializado en centros de alto rendimiento.
En ese sentido, el Nacional U23 es más que una fecha del calendario: es una instancia decisiva en la construcción de una carrera deportiva. Su valor es competitivo, sí, pero también emocional y simbólico. Porque marca el paso hacia una etapa de mayor compromiso, exigencia y ambición.
Edición 2025: lo que nos espera este fin de semana
El próximo fin de semana, 14 y 15 de junio, el CeNARD volverá a vibrar con la 21ª edición del Campeonato Nacional U23. Se espera una edición masiva, con más de 300 atletas y una fuerte presencia de las federaciones provinciales más competitivas.
Con marcas en juego para clasificar al Sudamericano de la categoría, este torneo será clave para definir buena parte del equipo nacional. Además, servirá para ver en acción a las figuras emergentes que vienen destacándose en el circuito nacional.
Entrenadores, dirigentes, jueces y familiares acompañarán este evento que ya forma parte del ADN deportivo argentino. Será también una oportunidad para que los fanáticos del atletismo sudamericano echen un vistazo a las futuras estrellas del continente.
Conclusión: Donde nacen los sueños olímpicos

El Campeonato Nacional U23 de Atletismo en Argentina no es solo un torneo: es una plataforma de lanzamiento. Es allí donde muchos atletas dan el primer paso hacia la elite, hacia la representación internacional, hacia la concreción de sueños que comenzaron con una medalla en este certamen.
Con una historia rica, una organización sólida y una proyección estratégica, este campeonato se ha ganado un lugar entre los eventos más importantes del atletismo argentino. Y lo ha hecho con constancia, con pasión y con la certeza de que el futuro siempre empieza en la pista.
Porque si algo ha demostrado este torneo en sus 20 años de historia, es que el talento argentino se gesta aquí, entre andariveles, saltódromos y lanzamientos.
Mi nombre es Carlos Parpal. Encargado del Departamento de Prensa de ConSudAtle del Atletismo Sudamericano. Comprometido con la difusión del atletismo en nuestra región, trabajo para brindar cobertura actualizada, contenido relevante y una comunicación efectiva entre atletas, federaciones y el público. A través de este espacio, buscamos fortalecer la visibilidad del atletismo sudamericano, destacando logros, eventos y el esfuerzo de quienes hacen grande este deporte.