El atletismo de Panamá disfrutó, hasta hace poco, de las hazañas de Irving Jair Saladino, el único deportista de ese país en alcanzar el oro olímpico: fue la culminación de una campaña que lo llevó al trono de su especialidad, el salto en largo, en Beijing 2008.
Pero, mucho antes, otro atleta panameño lució en los escenarios olímpicos. Se trata de Lloyd Barrington LaBeach, quien llegó al podio de las dos pruebas de velocidad (100 y 200 metros planos) en los Juegos de Londres, en 1948. Hoy, cuando ha pasado tanto tiempo, otro velocista construye las ilusiones panameñas de ocupar un puesto en el podio. Se trata de Alonso Reno Edward, uno de los mejores especialistas del mundo en los 200.
EN LA HISTORIA
LaBeach, hijo de inmigrantes jamaiquinos que llegaron a Panamá por la construcción del canal, nació allí el 28 de junio de 1922. Pero Lloyd se acercó al atletismo cuando estaba en el colegio secundario –que cursó en Jamaica- y luego se fogueó en el competitivo ambiente universitario de Estados Unidos. Ya en 1946 era subcampeón nacional universitario de las 100 y 220 yardas, y dos años más tarde ganó los 200 metros del Campeonato Nacional de Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los aspirantes a medalla en los Juegos de Londres. El 15 de mayo de ese año, La Beach igualó el récord mundial de los 100 metros con 10 segundos y 2 décimas en Fresno, y volvió a hacerlo a las pocas semanas en Compton.
La final olímpica de los 100 metros se disputó el 31 de julio de 1948, en el legendario estadio de Wembley. El triunfo del estadounidense Harrison “Huesos” Dillard fue, en cierta manera, sorpresivo. Dillard era un especialista en los 110 metros con vallas –prueba que ganaría cuatro años más tarde en Helsinki- pero se anotó a último momento en los Trials de 100, tras un infortunio que sufrió allí con las vallas. Hillard marcó 10s.3 (luego convertidos a 10s5) delante del favorito Barney Ewell (10s4, ahora 10s6) mientras La Beach se llevó el bronce con 10s6, quedando el otro estadounidense, Melvin Patton, en el quinto lugar con 10s7, precedido por el rugbier británico Alastair McCorquodale (10s7).
La revancha para Patton no demoró mucho, ya que el 3 de agosto se impuso en los 200 metros con 21s3, una décima por delante de Ewell, y con La Beach tercero en 21s5, tras desbordar en los últimos tramos al magnífico jamaiquino Herbert McKinley (recordman mundial de los 400). Patton, el triunfador, era hijo del famoso general de la Segunda Guerra Mundial, y tenía antecedentes de 20s7, al igual que Ewell. LaBeach llegó a correr ese nivel de marcas en las temporadas siguientes. También consiguió, para su país, grandes éxitos en los Juegos Bolivarianos y una marca de 10s1 en 100 –no homologada- en una pista de Guayaquil.
A su retiro, LaBeach recibió las máximas condecoraciones del gobierno de su país, trabajó muchos años en ambientes comerciales (sobre todo en exportación), residió en Nigeria y, finalmente, en Nueva York, donde murió el 19 de febrero de 1999.
LA AMBICION
Alonso Edward, oriundo de la capital panameña (8-12-89) también se destacó desde adolescente en las pruebas de velocidad y luego le dio a su país el triunfo en los 100 metros llanos de los Campeonatos Sudamericanos de todas las categorías, desde la u16 hasta mayores. También, títulos centroamericanos.
Pero su consagración se produjo el 20 de agosto de 2009 en el Estadio Olímpico de Berlin. En la misma carrera de 200 metros en la que Usain Bolt arrasó con su propio récord del mundo, Edward alcanzó la medalla de plata con 19 segundos y 81 centésimas, estableciendo la marca sudamericana.
También decidió radicarse en EE.UU. para sus estudios universitarios y, actualmente, para su progresión deportiva. Y lo mismo hizo su hermano Mateo, otro buen velocista.
Después de un período en el que las lesiones lo tuvieron a mal traer, Alonso Edward se reafirmó en las últimas tres temporadas como uno de los mejores del mundo sobre 200 metros, distancia en la que ya corrió en siete oportunidades por debajo de los 20 segundos. Este año, su mejor registro es 20s.04, hace pocas semanas en Londres por la Diamond League. No tuvo suerte en los Juegos Olímpicos anteriores –quedó descalificado por partida en falso en su eliminatoria- pero los Mundiales son “su” territorio y en Beijing 2015 estuvo a milésimas del podio, al terminar cuarto con 19s.87 (también había alcanzado la final de Daegu 2011, donde se lesionó). Fue medalla bronce en los Panamericanos de Toronto, ganó numerosas paradas de la DL de la IAAF y es un hombre habitual entre los favoritos para esta carrera que, detrás de Bolt, tienen a Justin Gatlin o el canadiense Andre DeGrasse entre los más citados.