En el recuerdo: Lima, sede hace 90 años

La capital peruana vuelve a ser escenario de la máxima competición regional (el Campeonato Sudamericano). La recibe por novena vez en este historial (que ya lleva un siglo, ya que estas competiciones se inciaron en Montevideo 1919, siendo las más antiguas de área de la familia IAAF). La renovada pista de la Villa Deportiva Nacional (Videna) en Lima será la sede -entre este viernes 24 y domingo 26- del Campeonato Sudamericano, un verdadero test hacia los grandes compromisos del 2019 como los Juegos Panamericanos, también en Lima, y el Campeonato Mundial, en Doha.

Lima se «recibió» como sede del Sudamericano hace exactamente 90 años, entre el 5 y 10 de mayo de 1929, en el Estadio Nacional. Allí el recordado Pedro Gálvez Velarde -quien luego presidiría por un largo período la Consudatle, heredando a su legendario padre Gálvez Chipoco- se consagró campeón de los 400 metros con vallas, dándole a Perú su primer título sudamericano y estableciendo una marca de 55s.2. Era récord sudamericano, al igual que los mejorados en otras ocho pruebas.

Varios atletas que habían participado en los Juegos Olímpicos de París y Amsterdam (1924 y 1928 respectivamente), así como otros que alcanzarían la nominación para Los Angeles (1932) estuvieron en aquella oportunidad en Lima. Entre ellos, el gran atleta argentino Luis Antonio Brunetto, subcampeón olímpico del salto triple en París, quien ratificó en Lima su dominio a nivel regional triunfando con 14,77 metros.

El equipo argentino terminó al frente de la clasificación con 78 puntos, seguido por Chile con 50, Perú con 4 y Bolivia.

Una de las revelaciones del torneo fue el velocista argentino Hernán Spinassi, quien había aparecido hacía pocos meses y se consagró campeón en los 100 y 200 metros, contribuyendo también al relevo 4×100, ganador con récord sudamericano de 42s.2. Spinassi marcó 10s.7 en el hectómetro y aventajó a su compatriota Carlos Bianchi Luti, también un juvenil en ese momento y que luego alcanzaría la consagración en Los Angeles con su acceso a la final de 200. En la final sudamericana de los 200, Spinassi marcó 21s9 y terminó delante de un gran atleta chileno, José Vicente «Potrerillo» Salinas quien, a su vez, triunfó en los 400 llanos con 49s0. El mediofondo fue territorio del argentino Leopoldo Ledesma con 1m55s4 en 800 y 4m01s0 en 1.500, en ambos casos con topes sudamericanos. Y las pruebas de fondo, como resultó habitual en Sudamérica hasta fines de los 50, se repartieron entre argentinos y chilenos. Por el lado argentino se lució José Ribas al ganar los 10 mil metros llanos y sumar otro título en una prueba luego extinguida del programa, los 3.000 por equipos (allí, lo acompañaba con apenas 18 años el posterior campeón olímpico de maratón Juan Carlos Zabala, el «Ñandú Criollo»). Entre los chilenos, Belisario Alarcón fue el vencedor de 5.000, autor de la marca sudamericana individual en 3.000 y ganador también del cross country.

La cosecha argentina también contó con Valerio Vallania (1.80 m. en salto en alto y récord sudamericano de 15s.3 en 110 metros vallas), Héctor Berra (vencedor del decathlon) y Federico Kleger en martillo (prueba en la que se colocó dos veces entre los finalistas olímpicos). Chile, por su parte, se llevó la posta 4×400 con tope sudamericano de 3m22s4 y también se destacaron sus lanzadores como Kurt Polalck (13.22 en bala) y Héctor Benaprés (41.65 en disco), ambos con récords.

FOTO: Luis Brunetto (Argentina), subcampeón olímpico 1924 y campeón sudamericano del triple salto.



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