El Campeonato Sudamericano u20, que se realiza este fin de semana en Cali tiene como escenario el Estadio Pedro Grajales. Lleva el nombre de uno de los más grandes atletas colombianos del historial, justamente oriundo y residente en esa ciudad y que -tras su notable campaña atlética- fue uno de los maestros y formadores de nuevas generaciones, hasta hace pocos años, cuando decidió su retiro. No obstante, el gran Pedro siempre está allí, acompañando las justas atléticas y alentando a los deportistas.
Si bien se recuerda a aquellos gloriosos años 60 como los del trío de corredores (Alvaro Mejía-Víctor Mora-Domingo Tibaduiza), lo cierto es que las hazañas de Grajales no quedaron tan lejos.
Nacido el 14 de junio de 1940, su familia se trasladó a Medellín cuando él tenía once años. Allí cursó sus estudios e ingresó en una Academia militar. Pero a su regreso a Cali, y cuando ya tenía veinte años, comenzó a interesarse en el atletismo, donde rápidamente demostró sus condiciones de sprinter, sobre todo en los 200 y 400 llanos. Inclusive, llegó a cursar una temporada en universidades de Estados Unidos, aunque decidió retornar y concentrarse en la preparación en su país.
Su cosecha de títulos y récords fue abrumadora, alcanzando su mejor forma entre las temporadas de 1967 y 1968. En los Juegos Panamericanos de Winnipeg -67 logró la medalla de bronce con la posta 4×100 y fue 7° en los 400 metros, tras fijar el récord sudamericano de 46s47 en las eliminatorias. Esa prueba fue ganada por el formidable velocista estadounidense Lee Evans (44s95), quien año año siguiente impondría un récord «estratosférico» en los Juegos Olímpicos de México. Grajales también fue 4° en los 200, ganados por John Carlos.
Meses después de aquella incursión panamericana, Grajales fue la gran figura del Campeonato Sudamericano en Buenos Aires, en la pista del Parque Chacabuco, al obtener cuatro medallas doradas: 200 metros en 20s9, 400 metros en 46s4 y ambos relevos.
A lo largo de esa campaña batió cinco récords sudamericanos y dejó -como mejores marcas personales. 21s05 electrónicos y 20s7 manuales en los 200 llanos, 46s47 eletrónicos y 46s1 manuales en los 400.
Su ciclo de grandes competencias
Juegos Olímpicos. Debutó en Tokio (1964), llegando a cuartos de final en 200 (marcó 21s48 en la serie y fue luego 7° en cuartos con 21s78). Y en la serie de 400 quedó 4° con 47s28. Cuatro años, más tarde, en los Juegos de México, pudo disfrutar de ambas distancias junto a los «monstruos» de la época como el citado Evans, Tommie Smith y John Carlos. Alcanzó los cuartos de final en ambas pruebas.
Juegos Panamericanos. En Winnipeg (1967) llegó a la final de 200 y terminó 4° con 21s3. También participó en 400 y fue 7° con 47s00, tras fijar el récord sudamericano de 46.47 en eliminatorias y marcar 46.58 en semifinales. Logró la medalla de bronce con la posta 4×100 al marcar 39s92, escoltando a los poderosos equipos de EE.UU. y Cuba. Y completó con la posta 4×400, que logró el 5° puesto. Grajales también participó en los Panamericanos del 71 en «su» Cali, donde quedó 5° en su serie de 400 (48.06), 5° en su serie de 4×100 con 41.17 y 8° en la final de la posta larga con 3m9s50.
Campeonato Sudamericano. Debutó justamente en Cali, en 1963, donde logró la medalla de plata con la posta 4×100 y el cuarto puesto en 4×400 (en las individuales, quedó en las series de 200 y 400). Dos años más tarde, en Rio de Janeiro, se clasificó subcampeón de 400 con 47s5, escoltando al venezolano Víctor Maldonado y fue 5° en 200 con 22s3. Se llevó la medalla de bronce en la posta 4×100 y el 5| puesto en la 4×400. Y en Buenos Aires (1967), gran figura con sus cuatro triunfos: 200 metros en 20s9, 400 en 46s4, delante de su compatriota Carlos Alvarez, y postas 4×100 (41s1) y 4×400 (3m14s7).
Juegos Centroamericanos y del Caribe. Su debut se produjo en Puerto Rico (1966) ocupando el 6| lugar ocn la posta corta. cuatro años más tarde, en Panamá, fue 5° en 400 con 47s5 y subcampeón en la 4×100.
Juegos Bolivarianos. Con escasos meses en la actividad atlética, participó por primera vez en este evento en Barranquilla (1961) consiguiendo medallas en ambas postas: plata en 4×400 y bronce en 4×100. Y también fue subcampeón de 400 con 49s9, y 5° en los 200 llanos con 22s5 Cuatro años más tarde, en Quito, coronó una de sus principales intervenciones al proclamarse campeón de cuatro pruebas: 200 con 20s9, 400 con 46s9, 4×100 con 40s8 y 4×400 con 3m09s4 (récord sudamericano). Se despidió en Maracaibo (1970) con otras dos medallas de bronce en los relevos, y el 7° puesto en 400.