(foto: Gentileza Oscar Muñoz Badilla)
Final olímpica en Río de Janeiro hace un año, y ahora la final en un campeonato mundial. Emiliano Lasa, recordman de su país en salto en largo volvió a hacer historia para el atletismo uruguayo al clasificarse el viernes 4 de agosto a la final de salto largo del Mundial de Londres.
Un primer salto de 7,96 metros le alcanzó al uruguayo de 27 años para obtener la novena marca de la ronda clasificatoria y meterse entre los 12 saltadores que este sábado pelearán por el oro. «Esto es un sueño, como lo fue la final de los Juegos Olímpicos«, dijo Lasa, quien figuró sexto en los Juegos de Río. «El primer salto técnicamente no fue muy bueno y el segundo tampoco, pero me dieron confianza por ser buenos. En el tercero ya estaba en la final y no lo busqué».
«Estoy muy contento con la progresión que he venido haciendo, todo el trabajo está rindiendo sus frutos y feliz de ser finalista en Río y ahora ser finalista en un Mundial», añadió.
Lasa es el segundo uruguayo que accede a una final de un Mundial, y el primero en casi un cuarto de siglo. Ricardo Vera quedó 12° en los 3.000 metros con obstáculo en Stuttgart 1993.
«Hay que seguir motivado. Si doy un buen salto, de repente ahí puedo estar», apuntó sobre sus posibilidades en la final. «Tranquilo y a descansar».
Lasa entrena en Sao Paulo bajo las órdenes de Nelio Moura, el preparador que guió al saltador panameño Irving Saladino a sus consagraciones en el Mundial de Osaka 2007 y en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. «Solo pude entrenar con él en su último año, en 2014. La verdad es que Saladino es un referente, por su calidad, el gran atleta que fue. Aprendí mucho entrenando con él», recuerda Lasa.
«Estoy compitiendo en la Liga de Diamante y eso ayuda», indicó Lasa.
La ronda clasificatoria arrojó la primera gran sorpresa del Mundial cuando el campeón olímpico Jeff Henderson quedó eliminado.
Luego de un mediocre primer intento y un salto nulo, el estadounidense apenas pudo conseguir un registro de 7,84 metros.
El sudafricano Luvo Manyonga, líder del ranking esta temporada, se clasificó a la final con un salto de 8,12 metros, siete centímetros por encima de la marca mínima. Manyonga, plata en Río, se lastimó un tobillo en junio y no había competido desde entonces. La fase clasificatoria fue encabezada por el checo Radk Juska con 8,24 m.
Un primer salto de 7,96 metros le alcanzó al uruguayo de 27 años para obtener la novena marca de la ronda clasificatoria y meterse entre los 12 saltadores que este sábado pelearán por el oro. «Esto es un sueño, como lo fue la final de los Juegos Olímpicos«, dijo Lasa, quien figuró sexto en los Juegos de Río. «El primer salto técnicamente no fue muy bueno y el segundo tampoco, pero me dieron confianza por ser buenos. En el tercero ya estaba en la final y no lo busqué».
«Estoy muy contento con la progresión que he venido haciendo, todo el trabajo está rindiendo sus frutos y feliz de ser finalista en Río y ahora ser finalista en un Mundial», añadió.
Lasa es el segundo uruguayo que accede a una final de un Mundial, y el primero en casi un cuarto de siglo. Ricardo Vera quedó 12° en los 3.000 metros con obstáculo en Stuttgart 1993.
«Hay que seguir motivado. Si doy un buen salto, de repente ahí puedo estar», apuntó sobre sus posibilidades en la final. «Tranquilo y a descansar».
Lasa entrena en Sao Paulo bajo las órdenes de Nelio Moura, el preparador que guió al saltador panameño Irving Saladino a sus consagraciones en el Mundial de Osaka 2007 y en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. «Solo pude entrenar con él en su último año, en 2014. La verdad es que Saladino es un referente, por su calidad, el gran atleta que fue. Aprendí mucho entrenando con él», recuerda Lasa.
«Estoy compitiendo en la Liga de Diamante y eso ayuda», indicó Lasa.
La ronda clasificatoria arrojó la primera gran sorpresa del Mundial cuando el campeón olímpico Jeff Henderson quedó eliminado.
Luego de un mediocre primer intento y un salto nulo, el estadounidense apenas pudo conseguir un registro de 7,84 metros.
El sudafricano Luvo Manyonga, líder del ranking esta temporada, se clasificó a la final con un salto de 8,12 metros, siete centímetros por encima de la marca mínima. Manyonga, plata en Río, se lastimó un tobillo en junio y no había competido desde entonces. La fase clasificatoria fue encabezada por el checo Radk Juska con 8,24 m.