Si la etíope Almar Ayana fue la gran protagonista del turno mañana por su récord mundial de los 10 mil metros, la estadounidense Michelle Carter brilló por la noche, con su «bombazo» en el último disparo, que le dio la victoria en lanzamiento de bala, delante de la favorita y defensora del título Valerie Adams, de Nueva Zelanda.
Estados Unidos es la potencia del atletismo olímpico, desde 1896 hasta nuestros días, pero nunca antes una lanzadora de ese país había obtenido la prueba de bala. Carter lo hizo con un registro de 20,63 metros, pulverizando su propio récord nacional (tenía 20.24) y mejorando considerablemente su performance de Londres 2012, cuando quedó quinta.
Además, en otro caso poco frecuente: es la hija del subcampeón olímpico de la especialidad en Los Angeles (1984). Se trata de Michael Carter quien, tras su campaña atlética, también fue una gran figura del fútbol americano y campeón del SuperBowl. El único caso de padre/hija con medallas olímpicas en el historial de los Juegos era el del sprinter jamaiquino Lennox Miller (subcampeón en 1968) e Inge Miller, también velocista.
Adams -quien iba por su tercer oro olímpico consecutivo, algo jamás logrado en el atletismo femenino- dominó desde su disparo de 19.79 en el primer intento y tranquilizadores 20.42 en el segundo (era la mejor marca mundial del año hasta ese momento). Carter trepó a la segunda posición con 19.87, en una serie bastante pareja. Y en su último tiro llegó a los 20.63 ganadores. Adams intentó replicar, pero quedó en 20.39, insuficientes a esa altura. El bronce correspondió a la húngara Anita Marton quien, también en plena superación personal y con récord nacional, marcó 19.87. Fuera del podio se quedó la china Li Jiao Gong (número 1 del ránking 2016 hasta la cita olímpica) con 19.39 para el cuarto puesto. Y tampoco fue factor la campeona mundial, la alemana Christina Schwanitz, sexta con 19.03.
Dos atletas sudamericanas que ya habían estado en la final olímpica de Londres, volvieron a lograrlo ahora, pero sin repetir aquellas performances. La brasileña Gisella Arcanjo (7a. en 2012) ahora fue novena con 18.16, un puesto por delante de la chilena Natalia Ducó (18.07).
Adams fue la atleta dominante del lanzamiento de bala en la última década, donde acumuló también siete títulos mundiales (cuatro de ellos al aire libre y tres indoor) y permaneció invicta por varias temporadas. Pero una operación en el hombro a fines de 2014 complicó su campaña y recién en las últimas semanas pareció volver a su nivel. En tanto, Carter avanzaba y así lo demostró al ganar el Mundial Indoor de Portland, en marzo pasado, con 20.21, un registro que luego no podía igualar en la temporada al aire libre. Hasta ahora…