Fuente: Eumar Esaa /FVA
La Junta Directiva de la Federación Venezolana de Atletismo expresa su hondo pesar por la pérdida de una leyenda de nuestro deporte, el ex velocista Hortensio Fucil, estrella de la generación de los Superdotados, quien dejó de existir este martes a los 79 años de edad, luego de una ardua batalla contra el cáncer.
Fucil, natural de Bobures, estado Zulia, fue finalista olímpico en Tokio ’64, formando parte del relevo 4×100, campeón iberoamericano y suramericano, además de medallista de plata en los Panamericanos de Sao Paulo ’63, como parte del 4×400.
Pero su legado no quedó solo en las pistas. Hortensio se formó en el Colegio de Entrenadores y fue formador de grandes talentos en Carabobo, donde estaba residenciado, y adonde serán trasladados sus restos.
La luz de Hortensio Fucil seguirá iluminando el desarrollo de nuestro deporte por muchos años. Su herencia será inolvidable. Paz a su alma.
Fucil alcanzó la categoría olímpica en Tokoi (1964), donde participó en los 400 llanos (5° en su serie con 47s95) y brilló con esa inolvidable posta venezolana que logró el 6° puesto en la final 4×100 con récord sudamericano de 39s53. La integraban Arquímedes Herrera, Lloyd Murad, Rafael Romero y Fucil.
Pero su verdadera especialidad eran los 400 llanos, donde batió varias veces el récord sudamericano y obtuvo numerosos lauros internacionales.
Ya en 1961 integró la posta larga venezolana que logró la medalla de oro en el Sudamericano de Lima. Y al al año siguiente, repitió ese halago en el II Iberoamericano, en el estadio Vallehermoso de madrid. En los Juegos Panamericanos de Sao Paulo (1953), Fucil logró el 5° puesto en los 400 llanos y la medalla de plata con la posta larga. Semanas más tarde, brilló en el Sudamericano de Cali al ganar los 400 llanos con récord sudamericano de 46s.7 (ya había mejorado ese tope con 47s3 el 28.3.62 en Kingston y con 47s2 en las eliminatorias del mismo Sudamericano). Completó esa actuación caleña con el título de la posta larga y marcando 21s0 sobre 200 metros para escoltar a otro gran velocista venezolano, Rafael Romero, cuyos 20s.8 eran tope sudamericano. Y dos años más tarde, en Rio de Janeiro, Fucil hizo un gran despliegue en un neuvo Sudamericano alcanzando el título en la posta larga, las medallas de plata en 200 metros y posta 4×100 y el cuarto puesto en los 400 llanos.
Su nombre queda grabado junto a esos grandes de la velocidad venezolana de los 60 como Estéves, Romero, Murad, Herrera.