Con su resonante triunfo en Nairobi, Claudio Ignacio Romero se convierte en la gran esperanza del atletismo de Chile. Es el primer atleta de ese país que logra una medalla (y dorada) en el historial de los Mundiales u18, competencia que se despide con esta cita keniata. «Todo salió perfecto, la competencia, la marca, el apoyo del público», dijo el chlieno, quien venció en el lanzamiento del disco con un nuevo récord sudamericano de 64,33 m., que también es la mejor marca mundial de la temporada para su categoría con el implemento de 1,5 kg.
En el quinto intento consiguió desbordar al entonces líder, el ucraniano Oleksiy Krylyn, cuyos 63.98 de la segunda ronda de lanzamientos lo perfilaban hacia el triunfo.
Romero nació el 10 de julio de 2000, compite para la Universidad Católica, en Santiago de Chile, y desde el año pasado había mostrado sus formidables condiciones de lanzador. Había participado en la clasificación del Mundial Junior de Bydgoszcz y había establecido el récord sudamericano u18 con 64.18 en Santiago, el 16 de octubre, dejando atrás los 61.78 del colombiano Mauricio Ortega, actual campeón de mayores.
En el Sudamericano u18 de Concordia, Romero fue subcampeón de bala y disco, escoltando al brasileño Saymon Rangel Hoffmann. Volvieron a encontrarse hace dos meses en Leonora (Guyana) por el Sudamericano u20, donde Romero quedó subcampeón de bala y tercero en disco.
También viene de establecer la marca u20 de su país con el implemento de 1,75 kg: 58 metros y 15 centímetros, el 21 de mayo en Santiago. Con el implemento de su categoría (1,5 kg) su mejor registro de la temporada eran los 63.65 del 18 de junio pasado. La antesala del Mundial, donde lució tanto en bala -con su cuarto puesto- como en disco, su definitiva consagración.