Eran las 22.55 de la noche, estaba por concluir otra intensa jornada olímpica en el Estadio (Engenhao) de Rio de Janeiro con la finalísima femenina de los 100 metros vallas. John Amoah, de Ghana era el último de los lanzadores de jabalina en intentar un tiro clasificatorio. Venía con 80.29 y soñaba con meterse entre los doce, pero quedó en 78.90. No pudo ser. Automáticamente, el argentino Braian Ezequiel Toledo superaba esa instancia y se convertía en el primer «jabalinista» de su país en llegar a una final olímpica en más de 60 años. Su registro de 81,96 metros en el grupo A -su mejor marca de esta temporada- lo ubicó en el privilegiado circuito de los doce mejores de estos Juegos, que el próximo sábado 20, desde las 20.55, estarán en la lucha por las medallas. El otro atleta sudamericano en liza era el recordman brasileño Julio César Miranda de Oliveira, cuya marca de 80,49 metros en el grupo B no le alcanzó.
Toledo, de esta manera, repite su logro de una temporada atrás, cuando fue finalista del Mundial de Beijing tras establecer un récord argentino de 83.32 metros durante la clasificación (en aquella final fue décimo con 80.27).
En el historial del atletismo olímpico, los únicos argentinos que habían competido en lanzamiento de jabalina eran Ricardo Heber y Pablo Pietrobelli. Heber no pudo superar la clasificación en Londres (1948), pero sí lo hizo cuatro años más tarde en Helsinki -avanzaban más atletas- y fue 15° en la final con 62.82 metros con los antiguos implementos. Y en 2008, Pablo Pietrobelli registró 69.09 en la clasificación. También se registran pocos «jabalinistas» sudamericanos, siendo el mejor clasificado -hasta ahora- el brasileño Heitor Medina, 11° en Los Angeles (1932) con 51,58 metros, cuando era final directa.
Braian Toledo ya había tenido su debut olímpico hace cuatro años en Londres, cuando aún era «junior» y marcó 76.87 en la qually. En este 2016 comenzó bien con su pretemporada en Sudáfria (hizo 80.73 m. el 20 de febrero en Stellenbosch, su mejor registro hasta ahora). Pero después reapareció alguna lesión y su rendimiento fue más irregular, siendo su mejor torneo del último tour europeo los 77.99 metros en Finlandia, el 19 de junio. A la vez, pudo entrenar en el centro especializado en Kuortonen para ajustar detalles técnicos y físicos, y así llegó mejor a esta cita en Rio.
Comenzó su participación con 78.99 y efectuó su positivo 81.96 en el segundo intento, cerrando con 80.36, que lo dejaba quinto en su grupo. El corte clasificatorio estaba en los 83 metros o -con los doce mejores lanzadores entre ambos grupos. Al cierre del A, Toledo marchaba en el quinto puesto. Encabezaban el alemán Julian Weber con 84.46, el checo Jakub Valdejch con 83.27, el ucraniano Dmytro Kosynsky con 83.23 y el alemán Tomas Rohler (número 1 del ránking de este año) con 83.01, todos automáticamente clasificados. El argentino, debía esperar el grupo B, que comenzó minutos más tarde. Entre los eliminados figuraba uno de los nombres dominantes de la última década, el finés Tero Pitkämäki (campeón mundial 2007, bronce olimpico 2008 y otras dos finales en los Juegos) quien se quedó ahora en 79,56 metros.
EL GRUPO B
El campeón olímpico Keshorn Walcott, de Trinidad y Tobago, se aseguró rápidamente su pase a la fianl con su mejor marca del año: 88.68 metros. También en esa primera ronda avanzaron el alemán Johannes Vetter (85.96) y el japonés Rohei Arai (84.16). Las esperanzas de Toledo iban creciendo, pero faltaba una tercera vuelta en la que todos se jugaron sus últimas esperanzas Por allí entró el otro alemán, Peter Frydrich on 83.60. Y también el keniata -campeón mundial 2015 Julius Yego con 83.55. Convertido en sensación de la pasada temporada, al provenir del «paraíso de los mediofondistas y fondistas» pero sin tradición en lanzamientos, Yego penó bastante este miércoles para alcanzar la final (78.88 en primer intento, nulo en el segundo) y recién se aseguró su pase en el último tiro. Lo mismo le ocurrió al checo Vitezslav Vesely (campeón mundial 2013 y reciente subcampeón europeo) al marcar 82.85. Y la lista de finalistas se completa con el finés Antti Ruuskanen, quien marcó 82.20.
En el grupo B quedaron eliminados otros nombres conocidos como el finés Ari Mannio (77.73) y el letón -y reciente campeón europeo- Zigismunds Sirmais. Este había marcado 86.66 para lograr el citado título en Amsterdam, el mes pasado, y hoy sus 80.65 resultaron insuficientes para llegar a la final.
El panorama hacia el sábado se presenta muy abierto, pero lo cierto es que Walcott -un conocido de Toledo desde sus competiciones juniors, lo venció en el último tiro del Mundial de dicha categoría en Barcelona 2012- impresionó por su velocidad, soltura y facilidad para aproximarse esta noche a los 90 metros.
Röhler es el número 1 del ránking 2016 por los 91.28 metros que consiguió a fines de junio en Turku, pero luego sufrió una lesión en la espalda y tuvo que conformarse con el quinto puesto en el Europeo. Su compatriota Vetter y el citado Ruuskanen llegan con maras de 88.23 y otro por arriba de los 88 metros es el tercer alemán, Julian Weber (88.04), que hoy encabezó el grupo de Braian. Habrá que ver hasta donde llega Julius Yego, quien después de impresionar por arriba de los 90 metros durante la pasada temporada, este año tiene como mejor 84.68.