Belén Casetta, una de las figuras argentinas

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Por Alejandro Maldonado /Mar del Plata, Argentina
Belén Casetta -recordwoman argentina, campeona iberoamericana 2016 en Rio, representante olímpica y campeona sudamericana u23 de los 3.000 metros con obstáculos- nos abrió las puertas de su casa con su sonrisa habitual y se prestó a una charla entretenida, donde repasamos su gran año 2016 en lo deportivo, sus estudios y sus planes a corto plazo.

-Belén, ¿Imaginabas a principios de año tener un año así?
– No, no me lo esperaba. En los últimos años tenía altibajos a nivel deportivo, siempre aparecía una lesión o algunas situaciones que no me acomodaban bien. Pero este año por suerte se dieron todas, pude ser campeona iberoamericana, estar en mis primeros Juegos Olímpicos y sobre el final ganar otra medalla de oro en el Sudamericano Sub 23, algo que no es normal, porque por lo general los atletas tienen dos ciclos de competencias fuertes a nivel internacional, y yo por aún ser Sub 23 pude participar también en el Sudamericano, es difícil mantener el nivel, es más a ese torneo se me hizo muy difícil llegar bien.
-Tras la clasificación a los Juegos Panamericanos del año pasado me dijiste que lo único que iba a cambiar tus planes de estudio era si se te cruzaban los Juegos Olímpicos, cosa que finalmente sucedió, ¿Cómo los acomodaste finalmente?
– Con todos los viajes, yendo a entrenar a Cachi (Salta) y a competir afuera del país, me mató con el tema de las asistencias en la facultad, entonces tuve que elegir una cosa o la otra, eso si las materias que me habilitaban a cursar a distancia, las hacía y las que tenía que estar presente, por ejemplo las materias dentro de los hospitales y no podía, porque son materias claves, porque para mí, uno aprende estando en contacto con los pacientes, no solo con lo que dicen los libros, las tuve que dejar y las voy a retomar el año que viene. Pero en ese momento fue decisivo elegir dejar, porque se dio todo muy de golpe, llegar a los juegos no fue planeado y la verdad que fue un año muy lindo desde lo deportivo.
-Repasemos este año, competencia por competencia, arrancaste corriendo sola en los Grand Prix que se disputaron en marzo en Mar del Plata, ¿Cómo te sentiste corriendo sola?
– Era raro, el día anterior había corrido los 1500 metros, terminando en el segundo lugar, había ido a Cachi a preparar estos Grand Prix, entonces después del resultado en los 1500 metros, Daniel (Díaz) me dijo: “tranquila, era lo que tenías esperado, mañana salí a disfrutar los 3000 metros con obstáculos”. Me lo tome con calma, es más ese día me levante, me fui a cursar en el hospital, estuve parada yendo de un lado al otro, y de allí me fui a competir, tranquila sabiendo que no corría nadie conmigo y era un Grand Prix para participar, entonces cuando se largo y en el correr de las vueltas mi entrenador me iba diciendo los parciales y sabía que estaba cerca de la marca, le empecé a meter más fuerte y pude mejorar mi record con 9m55s57 hice, bajando dos segundos mi mejor tiempo que era de 9m57s.
-¿En qué momento decidiste ir en busca de la marca para los Juegos Olímpicos?
-Cuando terminó el Grand Prix pensé no estoy lejos de la marca para los Juegos Olímpicos, y mis entrenadores me dijeron: “si vos seguís entrenando como hasta ahora, la marca la podes hacer, estas a diez segundos, y si mejoraste corriendo sola, corriendo con gente la marca la vas a lograr”. Entonces estuve unos días en Mar del Plata y me volvieron a mandar a Cachi, para preparar el Iberoamericano que era la última chance para conseguir clasificar a los Juegos Olímpicos.
-A diferencia de lo que esperabas, en el Iberoamericano también corriste durante gran parte de la prueba sola por la gran diferencia que le sacaste a tus seguidoras, ¿Sabías que estabas cerca del objetivo?
– Si, porque estaban los relojes digitales en los 200 metros, en los 100 metros y en la llegada que marcaban los parciales, entonces al ser la primera mi chip me iba marcando los parciales que hacía. Entonces iba calculando y cuando entro a la última vuelta, en los últimos 200 metros veo que me quedaban 45 segundos y dije: “acá la marca me sale”, aceleré el paso, porque iba pensando el tiempo que necesitaba para lograr el objetivo, no iba relajada, estaba muy concentrada. Y cuando cruce la meta lo primero que hice fue ir a mirar el reloj y cuando vi que decía 9m42s93, me fui con una sonrisa enorme.
-¿Cómo fue la previa a los Juegos en cuanto a la preparación?
– Fue muy raro, yo estuve entrenando en Cachi, de ahí pase a Paipa, Colombia, y fue desesperante, porque desde que hice la marca en el Iberoamericano tuve tan solo tres meses para prepararlo y un entrenamiento que me salía mal a mi me mataba, en cuanto a lo mental fue horrible, me estresó, aparte me agarraban dolores, por ejemplo en Colombia estuve una semana con dolor en el diafragma, no podía respirar, no podía correr. El viajar a Río era para sumar una experiencia más, pero si voy a buscar Tokio 2020, voy a hacerlo con otra cabeza.
-Eso no te permitió por ejemplo armar una gira por Europa o Estados Unidos para sumar experiencia…
– No, imagínate que ni siquiera estaba en los planes de la CADA o del ENARD en el pre equipo para entrar a los Juegos, fui una sorpresa para todos.
-¿Qué cosas recordas de la Villa Olímpica? ¿Con quién compartiste habitación?
– Mucha ansiedad, vos estabas en la villa y te encontrabas con todos los atletas de todos los deportes y de todos los países, y los ojos se te iban de acá para allá, era increíble. Por suerte me toco compartir habitación con “Marita” (María de los Ángeles Peralta), ella tenía que estar si o si conmigo, porque era mi primera experiencia y yo no sabía cómo era todo ahí. Ella me aconsejó, fue muy importante para mí.
-Ustedes compartieron la preparación y fueron testigos de la lesión de María, ¿Cómo fue ese momento?
– Fue durísimo, vos haces la marca para un Juego Olímpico y te lesionas a nada de competir, es una frustración enorme, porque ellos preparan maratón, yo solo corro 3000 metros, mi entrenamiento en sí tiene menos desgaste que el de ellos, que suman muchos kilómetros, había algunas semanas que hacían 30 km por día, el maratonista está muy expuesto siempre, lo idea hubiera sido viajar con un kinesiólogo para prevenir cualquier contratiempo.
-Hablabas de lo importante que fue Marita en esos días, ¿qué relación tenes con ella? ¿Es como una segunda mamá o una hermana mayor?
-Marita conmigo es a la vez las dos cosas, hermana mayor y como madre, porque a veces me tiene cortita con algunas cosas, siempre me está retando (risas). Pero siempre está al lado mío, me aconseja, me dice trata de hacer esto o aquello, somos muy unidas.
-¿Cuándo te enteraste quienes serían tus rivales?
– Te enteras ahí en el momento, por suerte la pude compartir con alguien a quien admiro, la corredora australiana Genevieve Lacaze, tengo fotos de la competencia en la que está al lado mío y de pasar a verla por la tele o por videos a tenerla al lado, no lo podes creer. Fue increíble cuando nos ubicaron en la pista auxiliar para terminar de hacer la entrada en calor, y nos ponían una pantalla gigante para ver la serie anterior, o sea mientras te terminabas de acomodar veías como iba la otra serie y todas se quedaron mirando como corrían las de esa serie para empezar a especular con la clasificación a la final.
-Y de tu carrera, ¿qué te acordas?
– Me acuerdo de todo, la falta de experiencia previa se noto, porque uno sale a acomodarse en el pelotón y termina adelante, tirando gran parte de la prueba, porque las que tienen mejores registros, “se guardan”, para los metros finales donde las “nuevitas” estamos muy cansadas y ellas arremeten con todo quedándose con la prueba.
-Pensando en Tokio 2020, ¿volverías a hacer la misma preparación?
-Sí, yo la volvería a hacer, me gustó mucho entrenar en Paipa porque tiene una pista increíble, si bien estoy a más altura, el material y el estado del sintético es totalmente diferente al de Cachi, que ya está un poco deteriorado por el clima. Y en Paipa el clima es ideal, tiene muchos circuitos de subidas y bajadas, a mi me encantó. Pero lo volvería a hacer con un año de anticipación, es decir, en 2019 ya estar preparando los juegos.
-Vos, Braian Toledo y Federico Bruno, estuvieron en los Primeros Juegos Olímpicos de la Juventud en Singapur 2010 y seis años más tarde vuelven a estar juntos ahora en la cita olímpica principal, ¿Eso demuestra que el trabajo a largo plazo da sus frutos?
-Sí, con ellos compartí muchísimos viajes desde muy chicos, estuvimos juntos en los Juegos de Singapur 2010, después en el mundial de Barcelona 2012 y en los Juegos Panamericanos del 2015 y ahora Río 2016.
-Al Sudamericano Sub 23, ¿Con qué objetivos fuiste?
-Fui para sacarme la espina de poder participar por primera vez en un Sudamericano de mi categoría, ya que aunque parezca mentira nunca había participado de un Sudamericano ni de juveniles ni de Sub 23, aunque si tengo varios de mayores aún siendo menor como el de Buenos Aires 2011, porque siempre llegaba lesionada, igual a este llegue medio justa con el físico, pero quería correr solo los obstáculos y ver si podía traer alguna medalla o salir cuarta, por suerte pude traer la de oro, lo que fue un cierre hermoso de mi año a nivel internacional.
-Despediste el año competitivo corriendo los 10K en Mar del Plata…
– Ya esta fue el cierre, no quería correr nada más por este año, pero la verdad que correr por la costa de nuestra ciudad siempre es muy lindo y por suerte también pude ganar. Y después fui a participar porque me gusta de una carrera de aventura en Miramar, fueron 23 Km en la arena, estuvo bueno, sobre todo porque pude ganar. (Risas)
-¿Cuáles son tus objetivos para el año que viene?
-Ojalá se dé la posibilidad de participar del Sudamericano y del Mundial de Cross Country, sería muy lindo. Y para el Mundial de pista en Londres, debo mejorar mi marca en 93 centésimas, ya que la IAAF decidió ajustarla un poquito más y ahora exige 9m42s, pero por suerte salió la planificación para poder ir a competir afuera, la idea es competir en Estados Unidos o Europa, porque es donde podes lograr mayor roce y las marcas se pueden hacer más fácilmente por tener enfrente rivales muy competitivos.
-Eras un número puesto para quedarte con el Lobo de Mar en atletismo, ¿Cómo lo viviste vos?
– Mi primer Lobo de Mar fue increíble, creo que había estado en tres ternas anteriormente y esta fue la cuarta, la verdad que feliz y sobre todo de haber vuelto a compartir terna con Mariano y Marita, el año pasado estuve con ellos también, se lo llevo Mariano, y ahora los tres tenemos un Lobo de Mar.
-¿Y cuando te enteraste que estabas nominada para los Olimpia?
– Me enteré creo que el día anterior a la entrega de los Lobo de Mar, pero no me lo dijeron a mi directamente, me enteré porque me etiquetaron en Twitter, al lado de Braian (Toledo) y Germán (Chiaraviglio) que habían sido finalistas en los Juegos Olímpicos, fue algo increíble.
-¿Te sentís más reconocida por la gente y cómo lo vivís?
-Sí, la gente este año me conocen muchísimo más, no se por ejemplo ir a comer a algún lugar o ir al quiosco de diarios y que te digan: “vos sos la chica que corre”, todos te conocen. Y la verdad que me gusta, no tengo problemas en sacarme mil fotos, yo me quedo, es algo muy lindo que te reconozcan y que se interesen por el deporte que haces.
-Un sueño…
-Volver a estar en un Juego Olímpico, no sé si será en Tokio 2020 o en el 2024, pero sin dudas voy a buscar estar nuevamente en un Juego Olímpico.

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