Por Roberto Ayacaba / Diario El Universo / Ecuador
Después de haber tenido una temporada 2019 sensacional en la que logró la marca para ir a los Juegos Olímpicos Tokio 2020 en los 200 metros –con tiempo de 20 segundos y 17 centésimas–, ganar en esa distancia el oro en los Juegos Panamericanos Lima y cerrar de manera brillante con una medalla de bronce en el Mundial de Doha (Catar), Alex Leonardo Quiñonez el esmeraldeño de 30 años dijo el jueves pasado, en una rueda de prensa en la que firmó un contrato de auspicio con la marca Nike, que sueña con darle a Ecuador una tercera medalla olímpica. El mejor tiempo del atleta, que fue séptimo en Londres 2012, es 19 s 87 , impuesto en julio en Lausana, Suiza. En Doha ganó bronce con 19 s 98 cs, pero en esa misma carrera fijó 19 s 95 en las semifinales.
¿Cómo está el reto para Juegos Olímpicos?
El sueño está, siempre se sueña con ganar. El reto de unos olímpicos nunca se quita porque es la máxima prueba, en la que todo el mundo quiere estar. Hemos dado nuestro mejor esfuerzo para clasificar y ahora el anhelo es ganar una medalla. Hay que tener bases para competir y las cumplo así llueva, truene o relampaguee. El sueño, no solo mío sino de todos, es que el país vuelva a ganar una medalla olímpica porque el Ecuador solo tiene las dos ganadas por Jefferson Pérez (un oro en Atlanta 1996 y un bronce en Pekín 2008).
¿Cómo mejorar los tiempos que registró en el 2019?
No soy especialista para explicar el tema, eso lo hace mejor mi entrenador (Nelson Gutiérrez). Pero todos han visto que soy muy pasivo en la primera parte de las carreras, pero en los últimos metros puedo ganarle a cualquiera. Ahora trabajo para mejorar en los primeros 100 metros. Mi entrenador lo ha dicho y en exámenes que me han hecho se ha corroborado que mi remate, en los segundos 100 metros, son mejores que los de Usain Bolt (plusmarquista jamaiquino, múltiple campeón mundial y olímpico en los 100, 200 y relevos 4×100 metros, hoy retirado). Si mejoro podría tener logros importantes.
¿Por qué le cuesta el inicio?
Hay gente que se pone nerviosa en la salida y otros no. Yo, en cambio, tengo que mejorar en la salida.
Contaba que en los JJ. OO. de Londres 2012 estuvo nervioso cuando estaba corriendo la final de los 200 metros, ¿cómo cree que llegará a Tokio 2020?
Yo decía que cuando llegué a Londres no conocía a nadie y eso era como salir a correr sin saber nada, y a ello se sumaba la presión. Ahora es mejor porque tengo más fogueo y ya los conozco a todos los rivales, he competido con ellos. Los nervios siempre van a estar, pero no por miedo a ellos. No le tengo miedo a nadie. El miedo que tengo es a mí mismo; de no hacer bien las cosas, de no salir bien del partidero, de hacer una partida falsa. Me cuido mucho y por eso a veces salgo lento para no hacerlo en falsa y que me descalifiquen. Cuando estoy en la partida no miro a los rivales sino que solo me enfoco en la salida y en la llegada.
¿Cuál ha sido su mejor año?
He ganado muchas carreras, pero lo mejor llegó desde mayo del 2017, cuando regresé a las pistas (después de un retiro de dos años). Pero el año de la revolución de todo fue el 2019, en el cual rompí récords sudamericanos y en el Ecuador batí las marcas unas seis veces. Me puse en lo más alto del atletismo. Ser tercero en el Mundial de Doha, ganar en Lima la medalla de oro en los Juegos Panamericanos y estar clasificado a los Juegos Olímpicos da energía y al mismo tiempo preocupación. Ahora me preocupo más. Me digo: ‘Si llegué hasta aquí no hay cómo bajar, más bien hay que esforzarse y subir’.
¿Cómo está su vínculo con el FC Barcelona?
Sigo con el club. Este año tenía pruebas bajo techo, pero decidimos con el entrenador no ir para enfocarnos en pruebas al aire libre y llegar mejor a los JJ. OO. . Cuando compito en el extranjero doy todo para dejar el nombre de Ecuador en lo más alto y que el mundo sepa que este país sí tiene gente que puede sacarlo adelante