El domingo 10 de abril habrá maratones para todos los gustos. En nuestra región se realiza el Campeonato Sudamericano, en el marco del Maratón de Montevideo. La Argentina celebra su propio Campeonato Nacional en el clásico Maratón a Pampa Traviesa, en Santa Rosa.
Pero la mayor atención se concentra en la primavera europea, donde este mes se desarrollan varios de los maratones «más rápidos». Y este domingo, fundamentalmente, en la 36a. edición del Maratón de Rotterdam, donde una legión de fondistas sudamericanos se darán cita como última chance de conseguir las marcas mínimas para los Juegos Olímpicos de Rio. Otros, también, optan por correr con el mismo objetivo en Viena o Hannover el mismo domingo, o en Hamburgo, a la semana siguiente.
Pero lo cierto es que una combinación de factores -circuito llano y de gran belleza, clima habitualmente ideal, competitividad al máximo- hacen de Rotterdam el territorio elegido.
La IAAF fijó, en maratón y a diferencia de las pruebas de pista y campo, marcas mínimas bastante accesibles para los atletas de elite. Inclusive, las flexibilizó hace pocos meses: 2h.19 entre los hombres, 2h45 entre las mujeres. Ya hay 39 atletas en el sector masculino y 30 en el femenino que están acreditados con esas marcas. Pero como sólo se aceptan tres representantes por países, en varios de ellos como Brasil, Ecuador, Perú o Colombia la lucha por acceder a una plaza se presenta durísima.
El maratón de Rotterdam, que surgió a comienzos de los 80, convoca a casi 40 mil corredores, integra la serie de los Gold Lebel de la IAAF y, en su historial más reciente, ya vio a siete corredores por debajo de las 2 horas y 5 minutos, siendo los keniatas Duncan Kibert y James Kipsang, con 2h04m27s en la infartante definción del 2009, los autores de la mejor marca (en damas, la etíope Tiki Gelane con 2h18m52s hace cuatro años). También en Rotterdam se batieron tres récords mundiales y su lista de ganadores incluye a verdaderas leyendas del maratón como el portugués y campeón olímpico Carlos Lopes, el etíope y recordman mundial Belayneh Dinsamo (cuyo registro de 1988 tuvo una vigencia de una década), la citada Loroupe o el keniata Patrick Makau.
En la Argentina, la Confederación fijó marcas un poco más exigentes que la IAAF para asistir al maratón olímpico y dos que ya las consiguieron son Mariano Mastromarino y María de los Angeles Peralta, ambos provenientes de Mar del Plata. No obstante, tratando de asegurar sus sitios y estimulados por la reciente participación en el Mundial de Medio Maratón de Cardiff, donde registraron sus mejores marcas sobre esa distancia, ambos encabezan el contingente argentino para Rotterdam, que también incluye a Miguel Angel Bárzola, Leonardo da Silva, Diego Elizondo, Rosa Godoy, Sandra Amarillo, Karina Córdoba y Viviana Chávez.
El paraguayo Derlis Ayala está a la búsqueda de la mínima, lo mismo que la boliviana Sonia Calizaya. O los venezolanos Luis Orta (residente en EEUU), Didimo Sánchez, Yeisi Alvarez. Los colombianos Alirio Carrasco y Erika Abril ya tienen antecedentes olímpicos y quieren repetir este año, por eso llegan a la ciudad holandesa junto a sus veteranos compatriotas Juan Carlos Hernández y William Naranjo. Y la competencia es todavía más intensa entre los peruanos donde -más allá que ya hay nombres con plaza asegurada como Inés Melchor, Gladys Tejeda o Raúl Pacheco- el resto está abierto. Y los anotados en Rotterdam son unos cuántos: Serapio Galindo, Nelson Ito, Raúl Machacuay, Paulino Canchanya, Cristian Pacheco, el campeón sudamericano Juan Huamán… Wilma Arizapana, Rocío Cántara.
Faltan pocas horas, el domingo se define todo.