El próximo 29 de noviembre en la localidad brasileña de Volta Redonda será homenajeado uno de los mejores maratonistas del historial sudamericano, y actualmente entrenador, Luiz Antonio dos Santos. Ese día se hará la presentación de su libro biográfico, obra del periodista Anselmo José Perez.
Luiz fue el animador de los más importantes maratones del circuito mundial a mediados de la década del 90, obteniendo en dos oportunidades consecutivas uno de los «majors» (Chicago en 1993 y 1994) y también el prestigioso maratón de Fukuoka en 1995, cuando marcó el entonces réocrd sudamericano de 2h09m30s.
Su mejor marca en la distancia fue 2h08m55s (el 20 de abril de 1997 en Rotterdam, cuando ocupó el 6° puesto), que aún hoy -pasadas más de dos décadas- lo mantienen como el cuarto mejor corredor sudamericano de todos los tiempos.
Pero, indudablemente, su mayor hazaña fue la medalla de bronce en el maratón del Campeonato Mundial de Gotenburgo en 1995. Tenía 31 años, marcó 2h12m49s y escoltó al español Martín Fiz y al mexicano Dionicio Cerón. Ningún otro corredor sudamericano hasta ahora logró una medalla mundialista en los 42k. Meses antes también había subido al podio de otro de los grandes maratones mundiales, en Boston con 2h11m02s.
Y se mantuvo en la elite mundial, ubicándose en el top10 de los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996 en 2h12m55s. Luiz fue parte de una notable generación de fondistas brasileños surgidos en aquella década. Y junto a varios de ellos se alineó en el Sudamericano de Relevos de Ruta (Manaus 1997) que ganaron: estaban el luego recordman mundial de maratón Ronaldo da Costa, el luego medallista olímpico Vanderlei Cordeiro de Lima, Sergio Goncalves, Luiz Carlos da Silva y Tomix Alves da Costa en esa formación.
Luiz Antonio dos Santos, un personaje admirado y querido por toda la comunidad atlética de nuestra región, también fue un constante animador de las pruebas de fondo en Sudamérica, logrando el tercer puesto del 21k de Buenos Aires en 1994 con su mejor registro personal de 1h02m21s. Y estuvo en cuatro oportunidades -entre 1991 y 1995- en el top 10 de la más clásica de las pruebas de calle sudamericanas, la Travesía de San Silvestre. Y en pruebas de pista sus mejores registros fueron 14m04s64 n 5.000 metros llanos y 28m37s44 en 10 mil, ambas en mayo de 1996 en Rio de Janeiro.
A su retiro de la actividad competitiva, formó su propio equipo de fondistas, el Luasa con base en la localidad paulista de Taubaté.
Maxsuel, su hijo de apenas 18 años, también empieza a incursionar con interesantes condiciones en el atletismo. En esta temporada consiguió una marca de 21s.49 sobre 200 metros llanos, durante las eliminatorias del Trofeo Brasil en Braganca Paulista.