Cada vez que María Fernanda Murillo sale a la pista sorprende con sus resultados, es la niña maravilla del atletismo colombiano, es la nueva joya de Antioquia, de Colombia y de la profesora Regla Sandino.
Con apenas 19 años, ya tiene en su haber dos mundiales, el de menores en Cali 2015 y el de mayores en Londres 2017, y acaba de clasificar al Sub-20 de Finlandia.
En el Grand Prix Ximena Restrepo, que se disputó el pasado fin de semana en Medellín, las miradas estaban puestas en la presentación de la campeona olímpica Caterine Ibargüen, los reporteros solo enfocaban a la negra grande de la sonrisa dorada.
A muchos se les advirtió lo que estaba pasando en el salto alto, pero poco les importó, quizás solo le ‘pararán bolas’ cuando sea campeona mundial u olímpica.
A pesar de la lluvia, María Fernanda se concentraba en cada salto atenta a las indicaciones de la profesora Regla Sandino, para ejecutar cada vez mejor su ejercicio y superar el listón cada vez más alto.
Aseguró la medalla de oro con una altura de 1,83 metros, con la que además clasificó al Mundial Sub-20, que se llevará a cabo en Tampere (Finlandia), en julio próximo.
Pero ella quería más. No pidió 1,85 que era su marca personal, ni 1,87 que era el registro suramericano de la categoría, en poder de la venezolana Yulimar Rojas, actual campeona mundial de salto triple.
“Buscaba la marca porque nos habíamos preparado para esto y ya la habíamos hecho en los entrenamientos. Las expectativas para el Mundial Juvenil son muy grandes, porque ya con esta marca puedo estar peleando un podio”, dijo la joven colombiana.Le dijo a los jueces que subieran el listón a 1,90 metros. Falló en el primero, falló en el segundo, pero su madurez y confianza, además de las indicaciones de su entrenadora, le permitieron asumir el último intento con propiedad para superarlo y quedar como la mejor de la historia en Suramérica en u20 y como la número 1 del mundo en la temporada.
Después de la celebración por la marca quiso intentar superar el récord nacional absoluto (1,93), en poder de Caterine Ibargüen, pero falló. La tarea ya estaba hecha y seguramente seguirá mejorando.“María Fernanda es una muchacha es una muchacha que trabaja muy bien, porque tiene una inteligencia superior. Hemos hecho un trabajo tranquilo, sin dificultades, pero con mucho sacrificio por los horarios de estudio de ella,”, agrega la cubana Regla Sandino, la misma que guió los pasos de Caterine Ibargüen en el saltoen alto.
La confianza parece ser gran parte del éxito de María Fernanda, que no solo piensa en récords sino en hacer cada vez mejor su trabajo.
En ella podrían estar las futuras medallas colombianas en certámenes mundiales. Es un tesoro, de esos que no se encuentran ni nacen todos los días.