El ex campeón panamericano de maratón, el brasileño Franck Caldeira de Almeida, volverá a competir en la tradicional Travesía de Sao Silvestre el próximo 31 de diciembre. Franck fue el ganador de la prueba en 2006, pero la disputó por última vez en 2010. Ahora tiene 34 años. «Correr Sao Silvestre siempre es un desafío por el clima, el ritmo, las subidas. Es una prueba muy técnica», dijo el fondista.
Explicó que su ausencia en los últimos años se debió a su concentración en los maratones. «En 2001 empecé a trabajar con Ricardo D’Angelo para lograr el índice para el maratón olímpico de Londres, y tuve que correr el maratón de FUkuoka en diciembre, lo que me impedía asistir a Sao Silvestre«, recordó. Franck alcanzó dicha meta y disputó los Juegos del 2012, donde logró el 13° puesto.
Para el siguiente ciclo olímpico, se fijó algunas metas en pista y volvió a intentar la participación en el maratón de los Juegos, aunque allí -pese a su registro de 2h13m17s en Hamburgo del 2016- no pudo lograrlo. También, sufrió algunas lesiones que le complicaron.
Este año fue tercero en el Maratón de Sao Paulo, disputó el Trofeo Brasil y recientemente, recuperado de otra lesión, ocupó el 8° puesto en la Vuelta de Pampulha, en Belo Horizonte.
Explicó que su ausencia en los últimos años se debió a su concentración en los maratones. «En 2001 empecé a trabajar con Ricardo D’Angelo para lograr el índice para el maratón olímpico de Londres, y tuve que correr el maratón de FUkuoka en diciembre, lo que me impedía asistir a Sao Silvestre«, recordó. Franck alcanzó dicha meta y disputó los Juegos del 2012, donde logró el 13° puesto.
Para el siguiente ciclo olímpico, se fijó algunas metas en pista y volvió a intentar la participación en el maratón de los Juegos, aunque allí -pese a su registro de 2h13m17s en Hamburgo del 2016- no pudo lograrlo. También, sufrió algunas lesiones que le complicaron.
Este año fue tercero en el Maratón de Sao Paulo, disputó el Trofeo Brasil y recientemente, recuperado de otra lesión, ocupó el 8° puesto en la Vuelta de Pampulha, en Belo Horizonte.