La señal de partida del Grand Prix Sudamericano 2017 se dio en Uruguay con los dos meetings de este fin de semana: «Estrella Puente» (sábado 25) y «Darwin Piñeyrúa» (domingo 26). Así, el atletismo de la región homenajeó a dos históricos de nuestro deporte en Uruguay, la medallista panamericana de jabalina y el medallista panamericano de martillo.
Darwin Piñeyrúa nació el 23 de diciembre de 1945 y, en un principio, se destacó tanto en básquet como en atletismo (lanzamientos de bala y disco). Luego se inclinó por la actividad atlética, especializándose en lanzamiento del martillo y convirtiéndose en un símbolo de su club -el Defensor Sporting- y del Uruguay.
Había debutado como internacional en el Sudamericano Juvenil de Santiago de Chile (1964), donde quedó tercero en bala con 14,22 m., con el implemento de 6 kg. Luego se especializó en el martillo y produjo su consagratoria actuación en los Juegos Panamericanos de Cali (1971) donde logró la medalla de bronce con 61,54, m., detrás de los estadounidenses WIlliam Hall y Greg Frenn.
A nivel Sudamericano, fue cuarto en Buenos Aires (1967), bronce en Quito (1969) y subcampeón en Lima (1971). Y alcanzó el título en Santiago (1974) con 62,99 m., que retuvo al año siguiente en Rio de Janeiro (61,20 m.), superando en ambas ocasiones a su gran rival de la época, el argentino José Alberto Vallejo.
Piñeyrúa también representó a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Munich (1972) y volvió a participar en los Panamericanos de México (1975), donde terminó octavo. Cursó sus estudios de educación física en Leverkusen (Alemania), donde se diplomó.
Murió muy joven -apenas tenía 33 años- por una dura enfermedad. La pista sintética del Parque Battle y Ordóñez, en la capital uruguaya, lleva su nombre, así como el más tradicional torneo del atletismo de ese país.
Darwin Piñeyrúa nació el 23 de diciembre de 1945 y, en un principio, se destacó tanto en básquet como en atletismo (lanzamientos de bala y disco). Luego se inclinó por la actividad atlética, especializándose en lanzamiento del martillo y convirtiéndose en un símbolo de su club -el Defensor Sporting- y del Uruguay.
Había debutado como internacional en el Sudamericano Juvenil de Santiago de Chile (1964), donde quedó tercero en bala con 14,22 m., con el implemento de 6 kg. Luego se especializó en el martillo y produjo su consagratoria actuación en los Juegos Panamericanos de Cali (1971) donde logró la medalla de bronce con 61,54, m., detrás de los estadounidenses WIlliam Hall y Greg Frenn.
A nivel Sudamericano, fue cuarto en Buenos Aires (1967), bronce en Quito (1969) y subcampeón en Lima (1971). Y alcanzó el título en Santiago (1974) con 62,99 m., que retuvo al año siguiente en Rio de Janeiro (61,20 m.), superando en ambas ocasiones a su gran rival de la época, el argentino José Alberto Vallejo.
Piñeyrúa también representó a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Munich (1972) y volvió a participar en los Panamericanos de México (1975), donde terminó octavo. Cursó sus estudios de educación física en Leverkusen (Alemania), donde se diplomó.
Murió muy joven -apenas tenía 33 años- por una dura enfermedad. La pista sintética del Parque Battle y Ordóñez, en la capital uruguaya, lleva su nombre, así como el más tradicional torneo del atletismo de ese país.