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Un histórico de San Silvestre: Rolando Vera

26/12/2016
Jefferson Pérez colocó a Cuenca en los primeros planos del atletismo mundial. Pero una década antes, y en otra especialidad (el fondo), desde la misma ciudad surgió otro valor que alcanzó alta relevancia en nuestro deporte y gran popularidad: Rolando Patricio Vera. El mejor fondista ecuatoriano del historial, el mejor sudamericano en su tiempo, un histórico.
Probablemente, gran parte de esa popularidad esté cimentada en su cosecha de triunfos en la Travesía de San Silvestre, en Sao Paulo, la carrera de mayor tradición en nuestra región y que reúne multitudes el 31 de diciembre de cada año. Convocante de grandes figuras mundiales (Roelants, Zatopek, Kuts, Carlos Lopes, Paul Tergat), la San Silvestre tuvo a Vera como subcampeón en 1985, cuando recién cumplía veinte años y escoltaba al local Jose Joao da Silva. Pero en la edición siguiente, el ecuatoriano triunfó en 36m45s para el recorrido de 12,6 km (hoy se disputa sobre 15 km) y mantuvo su dominio hasta 1989, totalizando cuatro vitorias consecutivas.
Vera había llegado casi de casualidad al atletismo, en un “reclutamiento” que el profesor Jorge Quiye hizo en su escuela, la Otto Arosemena de Cuenca. Pero sus aptitudes naturales se revelaron poco después (1983) cuando quedó segundo en una de las pruebas clásicas del fondo ecuatoriano, organizada por el diario Ultimas Noticias. Por aquella época, tenía que trabajar para ayudar a su familia y lo hizo como vendedor de diarios, en una curiosa saga que lo une a valores históricos de fondistas de nuestra región como el chileno Manuel Plaza o el argentino José Ribas.
Pero, a favor de su proyección atlética, fue becado por los institutos militares y esto le permitió desarrollar su entrenamiento desde joven, ahora bajo la conducción de Juan Araujo. Y los resultados llegaron rápido, con una buena base en pista. En 1984 quedó cuarto sobre 5.000 metros en el Panamericano Junior de Nassau (14m24s1). Y tres años después, se afianza como el mejor corredor sudamericano en un inolvidable 1987, su mejor temporada en las pistas: medalla de plata en los 10 mil metros de los Juegos Panamericanos de Indianápolis con 28m22s56, escoltando al estadounidense Bruce Bickford. Pocas semanas después, queda 10° en la misma distancia en el Mundial de Roma con 28m20s4. Y cierra con el título sudamericano de los 5.000 metros en Sao Paulo, donde marcó 14m03s0. Allí fue subcampeón de los 10 mil, detrás del argentino Juan Pablo Juárez, aunque se daría el gusto de ganar la distancia dos años más tarde en Medellín con 29m28s1.
El 19 de agosto de 1988, en el Memorial Van Damme de Bruselas, corre un excepcional concurso de 10 mil llanos con la mejor marca de su vida (27m.54s.33), quedando a un paso del entonces récord sudamericano de Tibaduiza. Esto le dio una cuota de confianza para los inminentes Juegos Olímpicos de Seúl, donde terminó en el 15° puesto con 28m17s64.
A partir de aquel momento, su actividad se concentró principalmente en pruebas de ruta, pensando en un destino como maratonista. Vivió y entrenó durante varias temporadas en Estados Unidos, donde concretó sus mejores marcas para las distintas distancias de carretera. Aunque, dentro de las competiciones IAAF, sobresalió su 10° puesto en el Mundial de Medio Maratón de Oslo (1994) con 1h.01m.36s.
Se dio el gusto de ubicarse en el top-ten de algunos de los maratones más prestigiosos del circuito mundial como Boston (tercero en 1990 con 2h10m46s), Tokio (9° en 1998 con 2h13m09s)  y Londres (9° en 1994 con 2h11m15s). También fue el vencedor en maratones como Los Angeles (2h11m39s en 1995), Chuncheon (2h11m30s ese mismo año) y Beppu (2h12m00s en 1997). Pero en los Juegos no pudo contactarse con los lotes punteros –terminó 43° en Barcelona 1992 y 22° en Atlanta 1996- y eso lo fue desalentando. “Me preparé especialmente para el maratón de Atlanta. Pero no se dio, y allí decidí alejarme” cuenta.
A su retiro, se desempeñó en actividades públicas –dirigió departamentos deportivos y fue legislador nacional, electo- y también, a cargo de su propia empresa de ecoturismo.
 



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